El FC Barcelona está a punto de disputar un compromiso clave de la Champions League ante el Benfica. El entrenador del conjunto azulgrana, Ronald Koeman, habló acerca de los detalles importantes sobre ese partido, pero nuevamente volviendo a su discurso sobre la realidad a la que se enfrentan sus jugadores con respecto a los rivales más importantes en el campeonato europeo.
Tras hablar en la rueda de prensa, el neerlandés estuvo unos instantes atendiendo a la pregunta de Movistar. "Hay que ser realistas. Hoy en día, con los cambios que estamos haciendo con el equipo, es complicado estar a la altura de equipos muy importantes en Europa", detalló. Una respuesta que choca evidentemente con lo que respondieron algunos futbolistas culés en la semana pasada.
Ronald Koeman en un entrenamiento del Barça / FC Barcelona
Choque de discursos
Las palabras de Koeman vuelven a contradecir lo que piensan alguno de los capitanes del Barça, como es el caso de Gerard Piqué. Es importante recordar que el central catalán salió tras el empate contra el Cádiz para asegurar que su objetivo es pelear por cada trofeo a disputar. “No estoy vistiendo la camiseta del Barça para acabar segundo o tercero. Estoy para competir por los títulos. Estoy convencidísimo, pese al inicio, que estaremos compitiendo”, expresó el veterano jugador.
Esa diferencia de opiniones en el vestuario ha traído cierta inestabilidad en la parcela deportiva. Si bien la intención de todas las partes es que el equipo pueda obtener los mejores resultados posibles, la realidad es que si existe una percepción diferente acerca del potencial del equipo. Sin mencionar que eso es un aspecto fundamental al momento de relacionarse con la afición, sobre todo en estas circunstancias delicadas.
Koeman y Piqué discutiendo un detalle táctico contra el Villarreal / FC Barcelona
Duelo importante
El compromiso contra el Benfica será crucial en las aspiraciones del FC Barcelona. El director técnico neerlandés trató de minimizar la importancia del enfrentamiento de mañana, especialmente al tratarse del segundo partido de fase de grupos, pero una derrota dejaría en una situación compleja a los azulgranas. Por otro lado, también servirá para demostrar que las sensaciones vistas ante el Levante no fueron meramente circunstanciales.