Las consecuencias de la dolorosa derrota ante el Bayern de Munich en la Champions League pueden ser más duras de lo esperado. La destitución hipotética de Ronald Koeman, entrenador neerlandés, sería una anécdota en comparación con lo que estaría por llegar. Las renovaciones de los cracks del futuro azulgrana se podrían complicar seriamente.
Ousmane Dembelé, Ansu Fati y Pedri son los tres jugadores culés que tienen la renovación sobre la mesa. Todos ellos acaban contrato este mismo año: 30 de junio de 2022. Sus casos son prioritarios. Sin embargo, las condiciones a seguir serían el grave obstáculo para ello. Los últimos batacazos deportivos pueden ser del todo contraproducentes, si bien ensombrecerían las motivaciones para estampar la firma.
Ansu Fati en uno de sus primeros entrenamientos tras el regreso de su lesión / FCB
La derrota ante el Bayern en competición europea ha hecho mella en algunos hombres del vestuario que tienen que decidir sobre su futuro. La mala imagen que dejó el Barça dejó patente que viene una época realmente complicada. Los jugadores quieren ganar títulos y formar parte de inercias ganadoras. En contraposición, la travesía en el desierto culé que se aproxima no sirve de estímulo.
Pedri, convencido de renovar
El centrocampista español ha hecho gala de su compromiso con el FC Barcelona por lo que su renovación es la que menos preocupa ya que se da por sentada. El canario se muestra agradecido a un club que ha apostado por él en uno de los años más difíciles. Se intuye que Pedri no pondrá ningún impedimento para marcar una época en el equipo como un emblema más, dado que su amor al club está fuera de toda duda. No es tan claro en otros casos.
Pedri, en una acción ante el Bayern Múnich / FCB
Esa decisión le ha valido para debutar en todas las competiciones posibles: Liga, Copa, Champions, Eurocopa y Juegos Olímpicos. Por lo tanto, el canario se muestra optimista para llegar a un acuerdo que comporte renovar su contrato con el Barça.
Ansu y Dembelé, más complejo
Más complejos son los casos de Ansu Fati y Dembelé. Los jugadores han hecho saber a los dirigentes del club sus intenciones respectivas de querer seguir vinculados al FC Barcelona. Joan Laporta, presidente de la entidad, lo sabe aunque prevé que no será fácil contentar a los atacantes en el apartado económico.
En el caso de Ansu, el que lleva la sartén por el mango es su agente, Jorge Mendes. El también representante de Cristiano Ronaldo es un especialista en hacer negocio con sus jugadores y no tardará en tentar al crack con un cambio de aires. En otros clubes puede ganar más dinero y más títulos. El Barça tiene a su favor el factor Mateu Alemany, cuya relación con Mendes es excelente. Tanto es así, que los tres se reunieron esta semana en el Botafumeiro para aproximar posiciones. De momento, no hay mejor lugar que el Barça para la proyección de Fati, pero si la dinámica deportiva no mejora, las cosas se pueden torcer. Por mucha amistad que tenga con Laporta, Mendes priorizará el bienestar de Ansu.
Dembelé continúa con su recuperación en el gimnasio del Barça / FCB
Dembelé está en una situación diferente, aunque con ciertas similitudes. Como Ansu, su agente tiene claro que en otro sitio tendrá más aspiraciones a títulos y podrá ingresar más dinero. Sin embargo, también se sienten en deuda con el Barça, que ha seguido apostando por él a las duras y a las maduras: es decir, a pesar de lesiones y muchas indisciplinas. El aspecto positivo de seguir de balugrana es que ahora, sin Messi, no hay excusas: Dembelé puede aspirar a ser la estrella del Barça. Y aunque es obvio que hubieron tiempos mejores, el escaparate blaugrana seguirá siendo uno de los más poderosos del mundo si hacen bien las cosas. Lo más complicado será que se rebaje el salario. No es fácil aceptar cobrar menos y asumir que te quedas en un equipo que de ser el mejor del mundo ha pasado a ser mediocre.
Araujo y Roberto, en marcha
Otro jugador cuya renovación está a punto de caramelo es Ronald Araujo. El central uruguayo se ha destapado como el único central verdaderamente físico del equipo, y en un momento donde la retaguardia es tan débil, su figura emerge como la del auténtico mariscal que necesita Koeman para la defensa. Por todo ello, su renovación está aparentemente encaminada. Sin embargo, los cantos de sirena nunca dejan tranquilos a los grandes talentos emergentes. Más vale que la dirección deportiva se ponga las pilas.
Araujo luchando un balón contra el Bayern / FC Barcelona
Menos urgente es el caso de Sergi Roberto, cuyo acuerdo para prolongar su vinculación hasta 2024 ya está atado. El tercer capitán del Barça es muy querido dentro del vestuario, como demostró Piqué tras el Barça-Bayern, pero su rendimiento está totalmente en entredicho. Ni él quiere jugar como lateral, ni la afición lo quiere. Hasta el punto de que ya nadie se fija en que es uno de los principales goleadores del equipo jugando como interior. Su reciente mala actuación contra el Bayern lo ha dejado señalado y solamente renovará porque acepta rebajar su salario y porque desprende barcelonismo por los poros. Además, se valora su polivalencia, pero nadie lo ve como un titular del primer equipo.
¿Más casos Ilaix?
A la contra está el caso de Ilaix Moriba, claro ejemplo de que la voluntad de seguir no lo es todo. Es por eso que la luz de alarma se ha encendido tras el bochorno ante el Bayern, que es precisamente el gran candidato a tener al africano en sus filas el año que viene. Los representantes están apretando para sacar el máximo dinero posible en sueldos y comisiones, cosa que iría en contra de la política de austeridad del Barça, que busca abaratar costes en todas las operaciones que realiza. Es por ello que el club debe mejorar en lo deportivo para que los cracks quieran quedarse en el Camp Nou. Así, evitarían una fuga de talento a otros equipos que garantizarían más dinero y probabilidad de ganar títulos.