El día que Leo Messi quiso traspasar a Ansu Fati
Cuando llegó la oferta de 150 millones del Manchester United el argentino le sugirió a Bartomeu que lo vendiera
2 septiembre, 2021 01:51En el primer trimestre del año 2020, el FC Barcelona recibió una oferta para desmayarse de 150 millones de euros por Ansu Fati, entonces en plena forma, goleador, desacomplejado y capaz de arrebatarle balones a Messi para dejar el sello personal de un futbolista con personalidad al que Ernesto Valverde había dado la gran oportunidad de consolidarse en el primer equipo. Ni la juventud ni la inexperiencia, al contrario, supusieron un obstáculo para su mentalidad ganadora. En menos de la mitad del tiempo que había jugado Griezmann, el joven futbolista había marcado casi el triple de goles antes de cumplir los 18 años.
La oferta, procedente del Manchester United, revelaba los extraordinarios informes del equipo inglés sobre el jugador revelación azulgrana del momento y también sus no pocos problemas, como el resto de los equipos del mundo, para formar talentos con esa diferencia, brillo y madera futbolística que sólo se aprende, o se enseña, en La Masía.
En busca de otro Cristiano
El ManU buscaba como en su día, hace ahora 18 años, un delantero del perfil y el futuro de Cristiano Ronaldo, capaz de liderar una generación del equipo inglés, darle títulos y finalmente una buena rentabilidad a aquel traspaso millonario al Real Madrid. La historia de esa oferta por Ansu Fati duró nada, puesto que ni el presidente Josep Maria Bartomeu ni el cuerpo técnico pestañearon antes de agradecer la llamada y pedirle al equipo inglés amablemente que ni era necesario insistir ni volver a llamar a la puerta. Ansu Fati no estaba en el mercado.
Sin embargo, un futbolista del primer equipo, concretamente la estrella del club, Leo Messi, le recomendó a Bartomeu que lo vendiera en aquel momento. Su argumento, que debe contextualizarse en el marco de la relación que mantenían entonces el presidente y Leo, cordial antes de la rebaja de la ficha del 12% aplicada a todos los profesionales deportivos del club, se basaba en la sensación del argentino de que Ansu ya había dado todo lo que tenía que dar, insinuando que la explosión del canterano --que ahora lucirá su dorsal número 10-- podía haber sido un poco afortunada, casual y desde luego oportuna, pero acaso sin la continuidad asegurada o sin la progresión y las expectativas provocadas por su irrupción en el fútbol de elite.
Coincidían en el mismo tiempo dos circunstancias a tener en cuenta. La primera es que el futbolista había sido fichado por Jorge Mendes, el mismo agente que en su momento convirtió en estrella a Cristiano, a cambio de una muy generosa prima a favor del futbolista, o mejor dicho a favor de su padre por una cuestión de edad, dejando seguir en el negocio y beneficiarse de una parte del traspaso a Rodrigo Messi, hermano de Leo que estuvo colocado en el entorno del futbolista y hasta ofició de representante y agente durante una temporada. Dicho de otro modo, Rodrigo Messi habría pillado una parte, aunque pequeña, de esa operación que, siendo realidad por parte del equipo inglés, no pasó de una cortés y rotunda negativa.
El liderazgo egoísta de Messi
La otra circunstancia, menos tangible ni tampoco mercantil, que habría motivado el comentario de Messi a favor del traspaso de Ansu Fati podría tener su origen en esa tan acusada personalidad ganadora y de liderato de Leo, su dificultad para no ser, indiscutible y exageradamente, el único crack del equipo. El mismo motivo por el que en su día Josep Guardiola apartó a Samuel Eto’o del equipo para darle espacio a Leo, luego a Ibrahimovic, luego a Bojan, que competía con el argentino con la empatía que sentía el barcelonismo por la joven promesa, y más modernamente con Griezmann o Coutinho, futbolistas que nunca encontraron la complicidad, ni el campo y ni en el vestuario que, en cambio, si obtuvieron otros cracks como Neymar y sobre todo Luis Suárez.
Messi abraza fuerte a Ansu Fati cuando aún manejaba su futuro Rodrigo Messi / REDES
¿Podía sentirse amenazado Messi por el fogonazo que supuso Ansu Fati en el barcelonismo? Desde luego que no futbolísticamente, del mismo modo que no puede negarse el apoyo y la protección que Leo le dio a Ansu Fati siempre, en los buenos momentos y en los difíciles de su lesión. No era una cuestión personal ni tampoco puede hablarse de animadversión, pero sí de una reacción muy propia del delantero argentino cuando había percibido en el entorno o en los registros sonoros del Camp Nou una cierta competencia en el afecto, la simpatía o el entusiasmo hacia otro jugador. Con Ansu Fati se dio, curiosamente, esa doble sensación de verdadera estima, reforzada por el papel de su hermano Rodrigo, y al mismo tiempo de apostar por su salida con el argumento, no del todo exento de razón financiera, de su traspaso al Manchester United.
Mañana todo puede pasar
El futuro de Ansu Fati, al margen de esta situación que se dio en una coyuntura que nada tiene que ver con la actual, pasa por las prisas de Jorge Mendes, amigo personal de Joan Laporta, por ‘mover’ al futbolista sobre el que ya han aparecido dos noticias significativas, la oferta de otro club inglés por menos dinero, 90 millones se llegó a apuntar, y la urgencia del club por blindarlo, una información sorprendente teniendo en cuenta que renovó a finales del verano de 2020, es decir no hace ni un año, bajo parámetros que dejan algunas incógnitas. Ansu Fati tiene contrato hasta 2022, con dos años más opcionales, potencialmente en manos del club. Jorge Mendes en cambio interpreta que como Ansu renovó siendo menor de edad, considera no válida y discutible esa cláusula de ampliación unilateral.
No cabe duda de que, a diferencia de otros casos en los que el club ha presionado al futbolista, con Ansu Fati se removerá cielo y tierra para ampliarle generosamente y muy pronto el contrato o bien -más difícil pero no imposible en el Barça de Joan Laporta- se promoverá un traspaso. Lo que es seguro es que con Laporta y Mendes la situación contractual de Ansu Fati será noticia muy pronto. Atentos.