Una de las carencias más visibles en el arranque de temporada de este Barça es su dificultad para controlar los partidos. Sus problemas a la hora de marcar el ritmo del juego, a partir de la posesión del balón, y evitar que el encuentro se convierta en un correcalles.
Excepto en el encuentro inaugural, contra la Real Sociedad, los hombres de Koeman han sido incapaces de asegurar el control del juego y consiguientemente no sufrir atrás en exceso. En Bilbao, contra el Athletic, a la zaga azulgrana le faltaban piernas y manos para frenar las acometidas de los leones. Este domingo, en casa y ante el Getafe, los azulgrana sufrieron varias contras peligrosas y concedieron demasiadas ocasiones de gol a un rival sin demasiados argumentos ofensivos.
Los números son bastante claros: el conjunto madrileño realizó ocho remates en los 90 minutos. Tres de ellos entre los tres palos defendidos por Ter Stegen. El Barça, en cambio, hizo sólo siete disparos, de los cuales también tres fueron a portería. Una estadística preocupante si tenemos en cuenta que los getafenses parece que lucharán este año por no descender: todavía no han puntuado en las tres primeras jornadas.
Frenkie de Jong en una acción ante el Getafe / EFE
Demasiadas pérdidas
En otro de los apartados que definen quién lleva el control de un partido, el Barça también sale perdiendo por el lado de los números. Los chicos de Koeman perdieron 144 balones en todo el partido. Una cifra bastante elevada y superior a la del Getafe (133), aunque aquí es pertinente decir que los azulgrana tuvieron bastante más tiempo el balón en sus país que su rival (67% de posesión, por 33% de los visitantes).
Estos números reflejan, como decíamos, la dificultad del medio campo azulgrana (y del equipo en conjunto) para llevar el mando del partido, defendiéndose con el balón y asegurando la posesión. Algo que habría que exigirle al Barça, especialmente jugando en el Camp Nou y ante rivales de la parte baja de la tabla.
Entrada de Nico y Gavi
Quizás la parte del encuentro donde los blaugrana recuperaron algo más el control del juego coincidió con la renovación de efectivos que hizo Koeman en la parte final del segundo tiempo. La entrada al campo de los canteranos Nico y Gavi, conformando un medio campo compuesto por cuatro hombres, dotó al equipo de más empaque y capacidad para defenderse con el esférico.
Pablo Paez Gavira, Gavi, en su debut oficial con el Barça, ante el Getafe / FCB
Habrá que ver cómo responden los azulgrana en próximos encuentros. El siguiente partido -si la Liga no lo impide- será el Sevilla, un rival de los arriba que será una prueba de fuego de gran calibre para un equipo que necesita dominar y controlar mucho más el juego esta temporada.