El FC Barcelona visitó este sábado el templo del Athletic Club, San Mamés, con la intención de conseguir otros tres puntos, los primeros a domicilio. El encuentro, todo un clásico de la Liga, suponía el regreso del público a la catedral rojiblanca, y no defraudó. El resultado final de 1-1 ha sido justo, con ambos equipos exigidos al máximo físicamente y con especial importancia de la precisión en las oportunidades de cada conjunto.
El público regresa a San Mamés para el partido ante el Barça / EFE
El Barça salía con Neto; Dest, Piqué, Eric García, Alba; Busquets, Pedri, De Jong; Griezmann, Braithwaite y Memphis. Por su parte, el Athletic lo hacía con Agirrezabala; Lekue, Vivian, Iñigo Martínez, Balenziaga; Berenguer, Dani García, Vencedor, Muniain; Williams y Sancet.
Presión y desaciertos: la primera mitad
El partido iniciaba con lo esperado, una alta e intensa presión del Athletic que ahogaba la salida desde atrás del balón azulgrana: en los primeros dos minutos, el conjunto vasco conseguía sacar tres córners, todos ellos sin amenaza para la portería de Neto. En el minuto 6, Braithwaite perdonaba a portería vacía tras recuperar el Barça el control del partido: cómo mostraba la alineación de Koeman, el Barça quería usar a Èric García para salir con el balón jugado y dar oxígeno a la creación ofensiva.
El Athletic, que ante el Elche atacó el 73% de las veces por la banda derecha, usaba este carril para apretar al Barça, pero el mayor peligro vendría después de otra falta de concentración defensiva del Barça: Èric García no lograba despejar un balón que iba a córner, y tras este Sancet mandaba un cañonazo al travesaño. El Barça suspiraba aliviado, pero algo debía cambiar.
Frenkie de Jong en una acción ante el Athletic Club / EFE
Arriba, los azulgrana no lograban conectar con los desmarques de un Memphis que se ha ofrecido constantemente. Los vascos, que alternaban reculadas con presiones altísimas, aprovechaban un fallo garrafal de Neto, pero Frenkie de Jong evitaba heroicamente un disparo de Williams, que estaba solo ante Neto.
En el minuto 20, Memphis chutaba flojamente una falta sobre Pedri que le costó a Íñigo Martínez la primera cartulina amarilla del encuentro. A mediados de la primera mitad, el partido se rompía totalmente y se sucedían las ocasiones en ambas áreas: Frenkie no conseguía conectar con Memphis y Vencedor golpeaba mal un balón suelto en el área culé.
Memphis comete una falta ante el Athletic Club / EFE
Por unas molestias de Piqué y Alba, Emerson y Araújo empezaban a calentar. SIn embargo, a los pocos instantes el central catalán solicitaba el cambio: a la media hora de partido Ronald Araújo sustituía a Gerard Piqué, que no podía seguir por un golpe en el lado derecho de la cadera. Apenas segundos después, Williams golpeaba forzadamente el balón con su cabeza, y el remate se iba por arriba. El Athletic había olido sangre.
La primera mitad terminaba con ambos equipos teniendo ocasiones, pero con el Athletic protagonizando la faceta ofensiva del partido más veces que el Barça. En el descuento, eso sí, Araújo anotaba un espectacular gol de chilena, anulado por falta previa de Martin Braithwaite. Mucho tenía que mejorar el club catalán arriba, con un Griezmann desaparecido, y atrás, con un Neto desastroso y una defensa blanda y frágil, con Jordi Alba y Dest como eslabones débiles.
Gol merecido y contundente respuesta culé
Los últimos 45 minutos arrancaban con un susto mortal para el Barça: Araujo tenía que sacar un balón acrobáticamente y bajo palos tras un tiro rojiblanco en una acción defensiva imprecisa. Los de Koeman salían dormidos y desconcentrados, en la misma tónica que terminaron la primera mitad.
Íñigo Martínez celebra su gol ante el Barça / EFE
El Athletic capitalizaría esta situación en el minuto 50: un córner era rematado por Íñigo Martínez en el primer palo, y el cabezazo cruzaba la portería y se iba al fondo de la red. Los bilbaínos se adelantaban a falta de 40 minutos, y los de Koeman se veían teniendo que remar a contracorriente para remontar un partido ante un Athletic que sabía de la necesidad de encerrarse.
El Barça, lejos de reaccionar, seguía encasquetado en su campo, con una incapacidad absoluta de salir con el balón jugado. En el minuto 61, Neto salvaba con una anticipación una carrera de Iñaki Williams. Era entonces cuando Yusuf Demir y Sergi Roberto entraban por Pedri y Braithwaite, con tal de reavivar el alma culé. En el 67, un agotado Sancet dejaba paso a Raúl García, y Vencedor salía del campo en pro de Vesga.
Los jugadores del Athletic Club celebran su gol ante el Barça / EFE
Tras estar desaparecido en combate en la primera hora de partido, la entrada de Demir en la banda derecha permitió a Antoine Griezmann ocupar el centro de la delantera con tal de bajar a recibir más cómodamente, y parecía que el Barça empezaba a ganar terreno a un agotado Athletic.
El conjunto de Koeman apretaba por banda derecha, y Frenkie de Jong mandaba un balón al travesaño con una intencionadísima vaselina, muestra de su calidad. La insistencia culé se veía recompensada en el minuto 75, cuando Sergi Roberto veía a un Memphis solo que, tras una carrera, definía potentemente y ponía el empate a 1 en el marcador. Memphis volvía a ser lo mejor del Barça, y su gol sacaba a los azulgranas del pozo.
Memphis celebra su gol ante el Athletic Club / EFE
Instantáneamente, Marcelino daba descanso a un exhausto Muniain, y daba entrada a Nico Williams, el pequeño de los hermanos. El Barça no se rendía y buscaba remontar el partido, mientras el Athletic agotaba el oxígeno de una exigida bombona que no daba para más.
En el minuto 82, Morcillo entraba para el Athletic, y Koeman daba piernas frescas a la banda derecha al dar entrada a Emerson por Dest. Todo el peligro azulgrana seguía llegando de las botas de Memphis, que lo intentaba todo. En el 85, Frenkie construía una jugada que su compatriota holandés no definía bien con la zurda: tiro demasiado cruzado.
Èric García, expulsado en el último minuto de partido ante el Athletic / EFE
En el último minuto de partido, el 92, Èric García se veía obligado a parar a Nico Williams, que se iba solo, y veía la tarjeta roja. La falta, casi en la línea del área barcelonista, era chutada por Íñigo Martínez, pero se estampaba en la barrera.
De esta manera concluía el segundo partido del Barça en la Liga, con una gris actuación ante un Athletic que en muchos tramos mereció mayor recompensa. El conjunto entrenado por Koeman, eso sí, peleó en la última media hora de partido y podría haberse llevado el partido. El Barça volverá a jugar el próximo domingo 29 a las 17.00h ante el Getafe, partido que se perderán los olímpicos Èric (por expulsión) y Pedri (vacaciones).