El FC Barcelona ha comenzado una nueva temporada de la mejor forma posible. Los pupilos dirigidos por Ronald Koeman lograron imponerse a la Real Sociedad (4-2). Fue un partido en el que debe valorarse el ritmo y dominio posicional de los blaugrana en gran parte de las acciones.
El director técnico neerlandés salió con el siguiente once para el estreno en la Liga: Neto; Dest, Piqué, Eric García, Alba; Busquets, Pedri, De Jong; Griezmann, Braithwaite y Memphis. Los elegidos no decepcionaron, aunque todavía hay mucho por mejorar.
Gerard Piqué, autor del primer gol en la Liga del Barça / EFE
Intensidad total
Los azulgranas iniciaron el enfrentamiento con una intensidad que no pudo igualar su rival. En apenas dos minutos dieron un aviso importante, en una jugada que inició Memphis con un gran pase para un Braithwaite que estaba en carrera con dirección a la portería. La jugada terminaría con un disparo exigido, pero serviría para definir el tipo de partido que buscaban los locales.
A partir de una rápida circulación de balón y una intensa presión tras cada pérdida, el Barça consiguió establecerse con mucha facilidad en el campo de la Real Sociedad. Empezaron a forzar varias faltas peligrosas en el entorno del área. Justamente en una de esas acciones llegaría el primer tanto del partido. En el minuto 19, un centro cobrado grandiosamente por Memphis, que sería posteriormente cabeceado por Gerard Piqué. El balón entró con potencia al pórtico contrario.
Gerard Piqué celebrando su primer gol del triunfo del Barça / FCB
En un lapso de 30 minutos el conjunto catalán pudo rematar hasta ocho veces, cuatro de ellas con dirección al arco. Aún cuando el cuadro de Imanol Alguacil intentó hilvanar secuencias largas de posesión, el FC Barcelona encontraba formas de progresar gracias a los movimientos sin balón de los delanteros, en especial de Memphis y Antoine Griezmann.
Los jugadores del equipo culé fueron bajando el ritmo de sus acciones. A tal punto que los rivales encontraron alguna oportunidad con potencial. Sin embargo, nuevamente apostarían por la presión alta. La Real Sociedad buscó una salida de balón por bajo, pero una gran recuperación de Eric García le permitiría a Frenkie de Jong mover el esférico y, de esa forma, asistir con un centro hacia la dirección de Braithwaite. El danés no perdonó y vacunó las redes para el 2-0.
Celebración de Martin Braithwaite tras marcar un doblete / FCB
Dominio compartido
La segunda parte arrancaría con una dinámica diferente de los primeros 45 minutos. En este caso con un Barça que buscaba verticalizar cada uno de esos ataques, aprovechando las líneas adelantadas de los visitantes. Bajo ese contexto, el equipo tuvo dos clarísimas ocasiones para aumentar más la ventaja, pero el árbitro decretó fuera de juego en ambas jugadas.
Por necesidad, la Real Sociedad empezó a empujar al conjunto azulgrana hasta la portería que defiende Neto. No obstante, en el minuto 59 el equipo de Koeman armó una fantástica jugada en la banda izquierda entre Memphis y Jordi Alba, que finalizaría con un centro peligroso del lateral. El balón sería desviado por el arquero contrario, pero el rebote lo cazó a la perfección Braithwaite para así sumar su segundo gol de la noche.
Tras el tercer gol, el FC Barcelona volvería a tomar por varios minutos el control del esférico. Encadenaron algunas secuencias interesantes en ataque. Irónicamente, en el momento de mayores dudas del visitante, arribó el tanto del descuento. Una jugada que iniciaría Barrenetxea en la banda derecha y que terminaría con la anotación de Julen Lobete en el minuto 82.
Sergiño Dest, en una acción contra la Real Sociedad / FCB
Ese tanto aturdiría al conjunto de Ronald Koeman, a tal punto que en unos pocos minutos estaría en una situación más complicada. En el minuto 85, sería el turno de Oyarzabal que ha anotado un espectacular gol de tiro libre. Fueron instantes de algunas dudas para la defensa culé por haber bajado una marcha al ritmo de juego.
El panorama culminaría con mayor tranquilidad, gracias al último gol del triunfo. El equipo blaugrana encontró una puerta para un contragolpe peligroso en el 90+1, en donde Martin Braithwaite repartió una cómoda asistencia para Sergi Roberto, que solo necesito empujar el esférico con el arco con toda su disposición. De esa manera, cerraba el enfrentamiento entre ambos conjuntos, en una noche que demostraron dos caras diferentes: la de la contundencia en ataque y la relajación defensiva.
El abrazo entre Braithwaite y Memphis, protagonistas del triunfo culé / EFE
Liderazgo ofensivo
El primer partido post Messi ha sacado la jerarquía en ataque de varios jugadores. El primero es Memphis Depay, que ha conseguido una exhibición en su primer partido con la afición del Camp Nou. También el sorpresivo Martin Braithwaite, finalizando la noche con un doblete en un compromiso en el que habías ciertas dudas sobre su titularidad.