La idea de ver a Saúl Ñíguez con la camiseta del FC Barcelona parecía como una situación absurda a comienzo del mercado de fichajes. Sin embargo, los días han transcurrido y el panorama es cada vez más claro. Faltan algunos detalles por pulir, pero las informaciones manifiestan que el trueque, en el que estaría involucrado Antoine Griezmann, es altamente probable.
Es un movimiento que responde esencialmente a los problemas económicos en los que se encuentra la entidad blaugrana. La masa salarial obliga a salir del atacante francés bajo estas condiciones. Pero esto no es lo único problemático, porque también hay que analizar las condiciones en las que llega el centrocampista colchonero. Un jugador que hace varios años coqueteaba con la posibilidad de arribar a Barcelona por su gran rendimiento.
Saúl Ñíguez celebrando un gol en el Camp Nou / EFE
Esos años parecen lejanos. El jugador ilicitano ha ido perdido peso dentro de la plantilla de Diego Simeone, en especial en la temporada anterior. El cambio de sistema del entrenador argentino y la potente irrupción de Marcos Llorente, sumado también a los buenos tramos de Thomas Lemar, han sentenciado a Saúl a un rol realmente pobre. De ser un indiscutible a verse como un futbolista que no influye dentro del desarrollo de los partidos.
Las estadísticas así lo confirman: en los 41 compromisos disputados, apenas logró anotar dos goles y repartir una asistencia. Si bien aparece en una considerable cantidad de personas, los minutos de juego indican otra cosa. El español pasó de jugar 3076 minutos en la temporada 2019-20 a 2032 minutos en la 2020-21. Saliendo de los partidos por otro jugador o incorporándose en los tramos finales.
Su polivalencia en la cancha
Quizás uno de los aspectos positivos que puedan remarcarse de las últimas temporadas de Saúl Ñíguez sea su polivalencia en el terreno de juego. Para muchos es un arma de doble filo, porque no le ha permitido desarrollarse plenamente como futbolista. Pero la realidad es que, de confirmarse su fichaje al Can Barça, podría ser una noticia bastante positiva.
Saúl saluda a la afición tras el encuentro contra el Espanyol / EFE
Su rol dentro del FC Barcelona difícilmente sea equiparable al de los pilares. En la mitad de cancha blaugrana lo más probable es que los indiscutibles sean Busquets, Pedri y Frenkie de Jong. Convirtiéndolo en un revulsivo de cierto peso para determinados contextos, aunque no obviemos la posibilidad de que buscará pelear por un puesto en el once titular.
También puede ubicarse como lateral izquierdo o defensa central. Esa última posición fue en su antiguo paso por el Rayo Vallecano (2013-14), pero no deja de ser una alternativa viable, especialmente dentro del sistema de tres centrales que ha utilizado Ronald Koeman. Son algunas opciones que pueden darse si se le quiere encontrar algo de utilidad al jugador rojiblanco.