Parte de las primeras decisiones del nuevo ciclo presidencial de Joan Laporta fue comenzar con la renovación de ciertos talentos jóvenes del FC Barcelona. Uno de los que pasó por esa ampliación contractual es Nico González, el pivote del Barça B. Su nuevo contrato que lo mantiene ligado al club hasta el 2024 tiene una interesante particularidad: una gigantesca cláusula de 500 millones de euros.
Lo realmente curioso de esta cláusula de estrella mundial es que sea 5 veces superior a la que tiene, actualmente, Ansu Fati. El joven atacante fue uno de los pilares de los blaugranas en ese primer tramo de la temporada 2020-21, hasta esa fatídica lesión que sufrió ante el Real Betis que lo sacó de los terrenos por el resto del curso.
Joan Laporta con Nico González / FCB
La irrupción de Nico
La apuesta de mantener a esta joya de la Masía es evidente. Su progresión en la última temporada fue descomunal, siendo una de las piezas más importantes de ese Barça B dirigido por García Pimienta. Jugó 24 partidos en total. Destacando especialmente en esa posición de pivote, pero llegando a jugar en las otras alturas de la mitad de cancha. Es un futbolista con mucho talento para iniciar el juego de sus equipos.
Xavi Vilajoana, responsable del filial culé, afirmó en una entrevista con Marca que el techo del jugador es altísimo. “Va a ser mejor que Sergio. Es más completo. Puede jugar de interior porque tiene más llegada y desborde, va bien de cabeza, es diestro, pero utiliza muy bien las dos piernas, es alto y fuerte... Es un ocho en todo”, expresa en dicha conversación.
Tal es la confianza invertida de la directiva en Nico que se espera que pueda entrar en la dinámica del primer equipo en la temporada 2021-22. Incluso, formará parte de la lista de juveniles que comenzará la pretemporada al mando de Ronald Koeman en la próxima semana. Además de ejercitarse diariamente con la plantilla principal y estar presente en los amistosos.
Nico González, en un partido con el Barça B | FCB
Optimismo con Ansu
Las últimas informaciones indican que la recuperación de Ansu Fati marcha con un ritmo optimista. Su última cirugía, realizada el 6 de mayo, implicaba una recuperación de dos meses. Ya ha terminado ese plazo y las sensaciones en su entorno son positivas, apuntando a que pueda arrancar con el grupo la pretemporada blaugrana, pero probablemente tratándose de ejercicios y entrenamientos específicos.
El anhelo del joven delantero es recuperarse para entrar en ese tono físico ideal de cara al inicio de la temporada. De estar en plenas condiciones, representará un perfil determinante en la plantilla; tanto por su capacidad frente al arco, como por las distintas funciones que puede realizar por todo el frente de ataque. Un jugador que es, sin lugar a dudas, necesario para la idea de Ronald Koeman.