Dinamarca está viviendo una especie de cuento de hadas en esta Eurocopa. El equipo nórdico arrancó el torneo con un susto mayúsculo. El incidente en el primer partido con su jugador estrella, Christian Erikssen, no hacía presagiar nada bueno para los daneses, que perdieron sus dos primeros partidos contra Finlandia y Bélgica, a pesar del buen juego mostrado.
Pero el equipo del delantero del Barça Martin Braithwaite se rehizo de ambos golpes. Y de qué forma. El combinado danés ha ganado sus dos últimos partidos por goleada: el primer contra Rusia (4-1) y el último contra Gales (4-1).
En cuartos de final Dinamarca se enfrentará a la República Checa, un rival sorprendente a estas alturas de la competición y una oportunidad histórica para meterse entre los cuatro mejores equipos del continente.
Los jugadores de Dinamarca pidiendo las asistencias para atender a Erikssen / Redes
"Estamos para conquistar"
Braithwaite, que contra Gales anotó su primer gol en esta Euro, ejemplifica bien la euforia y el optimismo que se respira en esta selección.
"Somos vikingos y no estamos ahí por estar, estamos para conquistar. Hoy fue Amsterdam, la próxima vez será Bakú", expresó el atacante blaugrana -cuyo futuro en Can Barça sigue lejos de aclararse- en declaraciones a la televisión pública danesa DR.
Martin destacó también la fuerza de un grupo que se ha rehecho del mazazo que supuso perder a su estrella en el primer partido y del coste emocional que ello implicó.
Martin Braithwaite, en un partido con Dinamarca / EFE
Efeméride histórica
Se da la circunstancia que la victoria danesa frente a Gales se dio en una fecha histórica para el fútbol del país. También un 26 de junio, pero de hace 29 años, la Dinamita Roja -sobrenombre del combinado nacional danés- conquistó su único gran trofeo internacional.
Fue en la final de la Eurocopa de 1992 ante Alemania. Un torneo que Dinamarca se llevó contra todo pronóstico y tras acudir como invitada a la competición. ¿Un presagio de lo que puede ocurrir este año?