Tras la primera semana de fichajes que tuvo lugar hace varios días, la maquinaria en Can Barça no frena. Y es que Joan Laporta contempla la posibilidad de contentar al entrenador culé, Ronald Koeman, con las incorporaciones de dos futbolistas bien conocidos por la afición en el caso de que Memphis Depay no llegue.
Mikel Merino, el primer nombre
El futbolista de la Real Sociedad es un nombre que, desde el seno del club y del cuerpo técnico, gusta mucho a Koeman, según explicó el programa Onze, de Sport 3. Es un jugador con experiencia y que sería un gran relevo para Sergio Busquets, siempre cargado de minutos en todas las competiciones.
Mikel Merino celebra un gol con la Real Sociedad / EFE
Merino, lesionado en la última parte de la temporada, ha sido un hombre clave para Imanol, técnico de la Real, con 36 partidos disputados esta temporada. Con la confianza del seleccionador nacional, Luis Enrique, se ha convertido en un fijo en la absoluta, a la cual no podrá ayudar en la Eurocopa por lesión.
Problema a la vista
El principal escollo para que Merino no recale en Barcelona es que tiene contrato en vigor hasta 2025. Cierto es que tiene una cláusula de rescisión de 60 millones, relativamente baja. Sin embargo, la política austera de fichajes del Barça lo hace un objetivo siempre difícil.
Rahim Sterling salta a escena
El extremo del Manchester City es otro de los nombres que ha salido a la palestra para reforzar al club. Cierto es que gusta a todos los miembros de la dirección deportiva, pero según la cadena Sky Sports, sería una opción complicada.
El atacante, después de haber perdido la final de la Champions contra el Chelsea, tiene contrato en vigor hasta 2023. A pesar de las buenas relaciones entre City y Barça, la operación se antoja muy compleja, ya que habría que encontrar una fórmula de complementar un hipotético traspaso: incluir las siempre útiles variables, o incluir jugadores para intercambiar.
Pendientes de Dembélé
Ousmane Dembélé es el hombre que más preocupa a la directiva del Barça, ya que sus intenciones son aún desconocidas. Se rumorea que no quiere renovar para ser agente libre el año que viene, a pesar de que el club quiere renovarlo a toda costa. Por lo tanto, lo que ocurra con el francés será clave para averiguar qué movimientos hará el club para el hueco que dejaría una hipotética salida del jugador. Desde el club opinan que se ha tenido paciencia y perseverancia con un jugador que no ha demostrado su valía, por no hablar del precio que se pagó por él tras la marcha de Neymar al PSG.
Un Barça a bajo coste
Laporta se enfrenta a un auténtico reto después de comprobar que en las arcas del club no hay cash para reforzar a un equipo muy necesitado de caras nuevas. Así que los próximos días serán clave para ver quién se suma a los fichajes del Kun Agüero y Éric García, ambos del City y a coste cero.