Triste final. Como los últimos seis partidos. Decepcionantes. Perdió el Barça contra el Granada, ganó al Valencia, y luego encadenó dos empates contra Atlético y Levante, la derrota definitiva contra el Celta que le descartó del título de Liga y, este sábado, una victoria por la mínima contra el Eibar (0-1). Termina la temporada igual de mal que empezó. O peor.
Esta situación deja tocado de muerte a Ronald Koeman, cuya continuidad no está del todo descartada porque se vaya o no, se le tendrá que abonar un pago de 7,5 millones de euros netos (sobre 15 millones brutos). Xavi Hernández es el gran favorito a ocupar el cargo del héroe de Wembley, que se quedaría sin poder celebrar el 30 aniversario de la primera Copa de Europa desde el banquillo blaugrana.
En Ipurúa, el Barça vagó como alma en pena por el terreno de juego. Solamente un golazo de Griezmann, en una acción de súper clase, sirvió para decantar un partido donde los armeros fueron mejores que los azulgranas en el primer tiempo.
Griezmann, en una acción peleada durante el Eibar-Barça / EFE
Guiados por Bryan Gil, los de Mendilíbar fueron capaces de crear peligro a los azulgranas, pero no estuvieron certeros. El Barça, por su parte, no disparó entre los tres palos hasta el minuto 80, con el gol del Principito. La única acción rescatable, en combinación con Dembelé, de un equipo que ha terminado la temporada deprimido a pesar de despedirse con victoria. Es hora de tomar decisiones.