El FC Barcelona de Ronald Koeman se ha desmontado en este tramo final de temporada. Los tres primeros meses de 2021 fueron prácticamente perfectos, solamente cediendo un empate, contra el Cádiz en el Camp Nou. Todo hacía pensar que, viendo la dinámica culé y la del Atlético y Real Madrid, había opciones de hacerse con el título liguero.
Pero no ha sido así. El último mes y medio de los azulgranas es escandalosamente malo. Todo empezó en el clásico en Valdebabas, uno de los primeros match balls. Si ganaban al Real Madrid, lo dejaban virtualmente sin opciones y la Liga pasaba a ser cosa de dos. Los blancos ganaron (2-1) y sacaron las vergüenzas de los culés.
Los jugadores del Real Madrid celebrando haber ganado el clásico en Valdebebas y ser líderes de la Liga / RM
Lo más preocupante no fue la derrota contra el eterno rival, sino el rendimiento del equipo en los últimos cinco encuentros. La victoria en todos ellos era obligada, pero se llegó a ceder dos empates, dos derrotas y solamente una victoria. Con este balance es imposible luchar por el título.
Cinco nefastos partidos
Koeman no ha sabido gestionar bien los esfuerzos y la motivación en los últimos cinco partidos. Todo lo que era optimismo en los tres primeros meses de 2021 se convirtió en desesperación. El partido clave fue contra el Granada (1-2), un encuentro que servía para ponerte líder de la tabla.
No solamente el conjunto andaluz ganó, sino que remontó en dos ocasiones aisladas. Dos desconexiones de los jugadores fueron suficientes para volver a ceder el liderato a los colchoneros, que volvían a depender de ellos mismos. Un avance a lo que vendría después.
Leo Messi, lamentando la derrota ante el Granada | EFE
La única victoria de estos cinco encuentros se dio en Mestalla. El Barça terminó pidiendo la hora contra el peor Valencia de los últimos años (2-3). El planteamiento conservador de Koeman demostró la poca confianza defensiva con este equipo. Un simple espejismo en cuanto a resultado.
Contra Atlético de Madrid (0-0) y Levante (3-3) se empató. Ante los colchoneros, cuando era necesario un golpe de autoridad, el equipo se atascó y no dio para más. Otra oportunidad desperdiciada. Más desesperante fue en el Ciutat de Valencia. Tirando un encuentro que estaba ganado en el descanso (2-0). El golpe virtual que significaba el adiós a la Liga.
Dembelé tras el error en el Barça-Atlético / EFE
El golpe matemático y definitivo se dio contra el Celta de Vigo (1-2). Muchas ocasiones por parte de los locales, pero la debilidad defensiva volvió a salir a la luz. Dos jugadas aisladas terminaron con doblete de Santi Mina, que servía para remontar el gol inicial de Leo Messi. Ahora sí, adiós a todas las opciones.
El viaje a Ipurúa
Esta nefasta racha de resultados ha provocado que el Barça llegue a la última jornada sin jugarse absolutamente demasiada cosa: la tercera posición con el Sevilla. Será en Ipurúa contra el Eibar, ya equipo de Segunda División. Un triste final de temporada en que todo el optimismo se ha convertido en agotamiento.