El Barça de Koeman, exhausto y sin ideas, se queda prácticamente sin opciones de ganar la Liga. Los culés dejaron escapar su cuarta oportunidad de dormir líderes, al empatar en el Ciutat de Valéncia (3-3), ante un Levante que no se jugaba nada más que su honor. No obstante, eso fue suficiente para igualar a un tétrico Barcelona.
El cuadro blaugrana volvió a mostrarse como un equipo con dos caras. Protagonizaron una notable primera mitad, en la que consiguieron una ventaja convincente gracias a los goles de Leo Messi y Pedri. Sin embargo, tras el paso por los vestuarios, volvieron a caer en el conformismo. En lugar de buscar el tercero, trataron de cerrar el encuentro con lo mínimo. Y lo acabaron pagando caro.
Leo Messi y De Jong, lamentando el empate contra el Levante | EFE
Los de Paco López, mucho más frescos y metidos en el choque, superaron a los de Koeman e incluso fueron los que buscaron con más insistencia la victoria, pese a no poder aspirar a nada más a nivel de clasificación. Demostraron garra y ambición. Algo que no demostraron los catalanes. Solo Dembelé evitó un desastre que podría haber sido mayor, pero que hace que el Barça se olvide definitivamente del doblete.
Roberto y Piqué, grandes señalados
Muchos de los futbolistas culés quedaron señalados en el Ciutat de València. El que más fue Sergi Roberto. El canterano entró en el descanso, y duró menos de 40 minutos, antes de tener que marcharse por lesión. Eso sí, en esos minutos tuvo tiempo de quedar retratado en varias ocasiones. No encontró su posición en la defensa ni en la medular, y acabó siendo uno de los grandes culpables en los goles del Levante. De hecho, sale en la foto del primer tanto del rival, por un marcaje nefasto a Melero, y en la del segundo gol, porque una mala salida de balón suya propicia un error de Messi que a la postre termina en gol gracias a una brillante acción del Comandante Morales. El tercer tanto llega dos minutos antes de que se vea obligado a abandonar el terreno de juego.
Tampoco estuvo nada fino atrás Piqué, que sigue evidenciando sus problemas físicos. Tuvo errores inusuales atrás y en la salida del balón, que dieron vida a los granotas. Especialmente grave es su pobre marcaje a Sergio León en el tercer gol, aunque también fue claramente superado por Morales en el segundo. Además, su discutible rendimiento dejó al Barça sin el empuje necesario para adelantar las líneas de presión en la segunda mitad. Completamente exhausto. El balance de resultados con el de Sarrià sobre el césped este curso es muy pobre.
Leo Messi y De Jong, lamentando el empate contra el Levante | EFE
En la defensa, también acabó señalado un Sergiño Dest que no aprovechó sus pocos minutos en el terreno de juego. Ronald Araújo volvió a marcharse lesionado con problemas en el tobillo. Su salida propició la entrada de Roberto y ahí llegó la debacle. Por último, Jordi Alba fue de los que sumó en ataque, pero también evidencia claros síntomas de desgaste que no le hacen ser fiable a nivel defensivo.
Espesura en el medio
Asimismo, en el centro del campo ninguno de los tres titulares estuvo a la altura. Busquets protagonizó un encuentro mediocre, y en ningún momento del segundo tiempo fue capaz de dominar el tempo del encuentro. Por otra parte, pese al gol, Pedri volvió a demostrar que la temporada se le está haciendo larga, y que la carga de minutos le está afectando. Caso contrario el de un De Jong pasado de vueltas, que incluso fue amonestado y se perderá el próximo encuentro.
Finalmente, en ataque Dembelé fue uno de los más destacados, aunque volvió a destaparse como un futbolista con dos caras, capaz de lo mejor en ataque, y de lo peor en las ayudas defensivas o a la hora de combinar. Leo Messi fue decisivo en la primera mitad, pero desapareció y se paseó en la segunda. Mientras que Griezmann volvió a activar su modo fantasma y prácticamente ni se le vio. Pocos se salvan de un empate que deja al Barça sin opciones de ganar la Liga. En los partidos más importantes, los culés no han estado a la altura.