Uno de los grandes problemas que deberá solventar el Barça de Koeman en la parte final de la temporada, para no quedarse fuera de la lucha por la Liga, será evitar los habituales errores defensivos que están provocando una contundente hemorragia de goles recibidos durante las últimas fechas.
En los últimos cinco partidos de Liga, el equipo culé ha recibido un total de nueve goles, generando una media de casi dos goles en contra por encuentro: dos ante el Real Madrid, dos frente al Getafe, uno contra el Vilarreal, dos contra el Granada y otros dos este domingo frente al Valencia.
El Valencia celebra el primero de sus goles en Mestalla frente a Lenglet y Ter Stegen / EFE
Pero lo peor es que la mayoría de ellos llegaron tras evidentes errores defensivos. Lenglet y Mingueza están siendo los más habituales, y los que menos seguridad están ofreciendo atrás. No obstante, esta mala racha también está contagiando a jugadores que siempre han sido tremendamente fiables, como Piqué o incluso Jordi Alba.
Con el planteamiento de tres defensas, el Barça ha conseguido que centrocampistas como Busquets o De Jong se sientan más liberados, y alternativas a la hora de sacar el balón desde atrás. Sin embargo, lo que no están consiguiendo es que un poco inspirado Ter Stegen mantenga la portería a cero. Ya sea por sus errores o por los aciertos de los rivales.
El gran punto negro del Barça de Koeman
Una situaciòn que lamentó precisamente Gerard Piqué en Mestalla, después de recibir dos goles en prácticamente dos disparos del Valencia. "Nos chutan menos que antes pero cada vez que nos llegan es gol", aseguró el central catalán. En la misma línea, Schreuder, ayudante de Koeman pero responsable del equipo en Valencia, no dudó en exigir al equipo estar más concentrado y defender mejor a lo largo de los 90 minutos. "Ante el Granada sabemos que no defendimos bien en dos o tres acciones y nos acabó costando el partido", explicó.
Y es que precisamente este está siendo el gran punto negro del Barça de Koeman, respecto a los otros aspirantes a conseguir el campeonato. Mientras que el cuadro blaugrana es el gran dominador en el apartado ofensivo (80 goles a favor, 19 más que Atlético o 22 más que el Real Madrid); está siendo el menos fiable atrás.
Piqué, lamentando la derrota contra el Granada / EFE
Los culés han recibido 33 goles en 34 jornadas (11 más que el Atlético o 9 más que el Real Madrid). Una hemorragia que deberán detener rápidamente para aumentar sus opciones de levantar el título. Precisamente, la primera opción para hacerlo la tendrán este domingo, en la gran final contra los colchoneros en el Camp Nou. Los de Simeone son especialistas en aprovechar los errores del contrario. Por lo que el Barça estará obligado a hacer 90 minutos prácticamente perfectos en defensa, si no quiere no solo dejar escapar los tres puntos, sino también la Liga.