Ronald Koeman fue expulsado el pasado domingo ante el Granada, por dirigirse al cuarto árbitro con los siguientes términos: "Vaya personaje". La RFEF decidió castigar estas palabras con dos partidos de sanción, aunque el Barça recurrirá la decisión y no se descarta que acabe siendo uno. No obstante, lo que está claro es que el técnico holandés no podrá estar en el banquillo de Mestalla el próximo domingo.
Un hecho que quita cierto morbo al regreso del técnico holandés a la que fue su casa en la temporada 2007/08, y donde no dejó muy buen recuerdo a la afición ché. Ese año, el presidente del Valencia, Juan Bautista Soler, apostó por el actual entrenador culé para liderar un proyecto de cambio y transición. Ese cambio de tornas deseado por el club, llegó en forma de exclusiones a futbolistas.
Koeman en una sesión de entrenamiento del Valencia FC / EFE
El holandés no dudó ni un segundo a la hora de apartar a tres pesos pesados del vestuario, como Cañizares, Albelda y Angulo. Una decisión controvertida, sobre todo porque Koeman no dio ningún tipo de explicación a los demás jugadores, y envenenó el ambiente de la plantilla. Pese a ganar una Copa del Rey, el holandés fue destituido a cinco jornadas del final, con un Valencia a dos puntos de los puestos de descenso, y con un equipo, tanto futbolísticamente como mentalmente, en ruinas.
Koeman provocó la ira de parte de la afición valencianista. Ni los resultados ni sus formas le acompañaron en su temporada en Mestalla. Se ganó una enemistad de varios futbolistas a los que apartó que todavía dura. Su regreso ya se preveía deslucido al no haber aficionados en las gradas. Con su expulsión en el último encuentro, ha acabado de frustrarlo.
Lejos de la zona de banquillos y sin comunicación
Aunque hay que destacar que Koeman sí que viajará con el equipo a Valencia, no podrá cumplir con prácticamente ninguna de las funciones habituales como entrenador del Barça. Deberá ser escrupuloso con el Código Disciplinario o, de lo contrario, se expondría a una sanción mucho mayor.
En este sentido, esto pasará por la obligación de "no acceder al terreno de juego, al banquillo y zona de vestuarios", además de no poder "situarse en las inmediaciones del banquillo y dar instruciones de cualquier índole y por cualquier medio a los que participen en el partido", según el artículo 55 del Código Disciplinario de la Federación Española.
Koeman, en el momento de ser expulsado contra el Granada | EFE
Por tanto, Koeman solo podrá colocarse en un palco o cabina de prensa, y no podrá bajar a la media parte para conversar con los jugadores. En cambio, sí que podrá dar tanto la rueda de prensa previa como la de después del encuentro.
Estará vigilado en todo momento por un delegado federativo, y tampoco podrá estar en contacto durante el choque con sus ayudantes Alfred Schreuder y Henrik Larsson. Si incumple cualquiera de estas medidas, se expondría a una dura sanción de hasta veinte partidos.