La generosidad de Messi le ha privado de siete hat-tricks

Leo Messi sigue demostrando, año tras año, que juega para ganar títulos y que lo último que le preocupa son los récords individuales. Aún así, es tal su importancia en el ataque del FC Barcelona, que estas marcas históricas no dejan de llegar. El 10 blaugrana está cerca de sumar su octavo Pichichi de la Liga, lo que le convertiría en el futbolista con más trofeos de máximo goleador de su Liga en el fútbol europeo. 

Asimismo, durante sus más de 15 años de carrera, no ha parado de destrozar récords que parecían imposibles de superar, como los 85 goles de Muller en un año natural (consiguió 91 en 2012). Y todo, sin ser un goleador ni tener siempre en el centro de su pensamiento el gol. Como demuestra el hecho de que, en varios partidos, no ha dudado a la hora de actuar de líder, y ser generoso con sus compañeros de cara a portería. 

Griezmann celebrando un gol con Leo Messi, la temporada pasada / EFE

Griezmann, celebrando un gol con Leo Messi | EFE

En este sentido, este altruismo le ha impedido en varios encuentros seguir engordando sus estadísitcas personales, porque consideraba que el tanto servía mucho más a otro futbolista, a nivel anímico. Algo que volvió a pasar en el encuentro contra el Getafe, en que en el tiempo de descuento, el de Rosario decidió que lanzase un penalti Antoine Griezmann, con el que muchas veces lo han enfrentado, en lugar de cerrar su hat-trick. 

En total, fue la séptima vez en su carrera que esta generosidad de Leo le impidió llevarse el balón a casa. Sin embargo, posiblemente no eche de menos estos balones, ya que en toda su carrera firma la friolera de 54 hat-tricks: 48 con el FC Barcelona y seis con la selección de Argentina. Por otra parte, hay que destacar que el número total de veces que Leo ha cedido un penalti se eleva hasta 28: los que más, Neymar (11) y Luis Suárez (9). 

Líder

Una decisión que le sirvió a Messi para seguir haciendo piña, en un año complicado para el Barça y sobre todo para el crack argentino. Comenzó apagado tras la polémica del burofax, pero con la salida de Josep María Bartomeu, todo cambió. Laporta llegó a la presidencia, y el equipo volvió a ser competitivo y a luchar por los títulos. Con esto, llegó de nuevo la sonrisa de Leo. 

Messi quiere la Liga: su versión más destructiva contra el Getafe

En pocas semanas, el 10 deberá pronunciarse sobre su futuro. Y quedarse en Barcelona es una opción que cada vez tiene más números. El final de temporada será clave, pero al de Rosario se le está viendo sonreír y disfrutar sobre el terreno de juego. Pase lo que pase, el capitán blaugrana necesitaba tomar así la decisión: siendo el líder, sin dejarse llevar por polémicas y pensando en lo mejor para su futuro. Escoja lo que escoja, el barcelonismo estará feliz por verle disfrutar este año con Koeman en el banquillo, y haciendo lo mejor para el equipo y sus compañeros.