El partido contra el Getafe sirvió a Koeman para aplicar algunas rotaciones y dar descanso a sus futbolistas. Aunque el once era prácticamente calcado al de la final de la Copa del Rey, con la única modificación de Sergi Roberto en el lugar de Dest, el 3-1 al descanso permitió al neerlandés reservar esfuerzos.
Piqué y Lenglet no salieron al verde tras la reanudación. El técnico ya había advertido en la previa del duelo que el futbolista catalán no estaba preparado para jugar 90 minutos. Por lo que respecta al francés, su pobre primera mitad, con gol en propia incluido, sumado a su tarjeta amarilla, le llevaron a ser sustituido después de la primera mitad.
El carácter de Ilaix
Ronald Araujo e Ilaix Moriba reemplazaron a los dos centrales. La entrada del canterano propició el regreso de Frenkie de Jong al eje de la zaga, aunque ubicado como central zurdo. Como suele ser habitual, Ilaix salió con todo al terreno de juego y exhibió una vez más su carácter y sus ganas de brillar en el FC Barcelona.
Ilaix Moriba frente al Getafe / EFE
A diferencia de otros encuentros, eso sí, no dio ese plus de intensidad al equipo. Los azulgranas especularon en exceso en la segunda mitad y estuvieron a punto de tener un disgusto. Sea como sea, Ilaix sí que demostró personalidad y carácter, dejándose la piel en todos y cada uno de los duelos individuales.
Es un futbolista que no teme al choque y no tiene miedo de encararse con los rivales, algo fundamental ante rivales como el Getafe, que siempre va al límite. Además, aunque no tuvo demasiada presencia ofensiva en el choque ante los azulones, busca siempre que puede la portería rival para aprovechar su gran disparo.
Otra perla más
Ilaix es el último descubrimiento de Koeman desde que llegó al banquillo del FC Barcelona. Con Araujo, Pedri y Mingueza ya asentados en la rotación, ahora es el centrocampista quien busca un hueco. Aunque todavía está lejos de poder ser titular, cuenta con minutos de forma frecuente y ha adelantado a jugadores como Pjanic o Riqui Puig.
Ilaix Moriba ante el Getafe / EFE
El canterano guineano tiene un futuro espectacular por delante y, si confirma todo lo que promete, está llamado a ser esencial en el Barça de los próximos años. Por ganas y carácter no será.