El FC Barcelona se juega el próximo sábado (21:30) el primer título de la temporada. Se disputa la final de la Copa del Rey en La Cartuja de Sevilla en un partido que tiene su peso en oro. Una victoria supondría una inyección de moral importante para afrontar las ocho jornadas que quedan de Primera División.
Ronald Koeman podrá contar con jugadores que llegaron justos contra el Real Madrid como Gerard Piqué y Sergi Roberto. La gran duda ahora está en Ousmane Dembelé. Según apuntó este martes Sport, el delantero francés tiene problemas de pubis que lo han hecho terminar los últimos partidos con molestias.
Es sabido que estos problemas suelen ser muy molestos, más que dolorosos. Se le está aplicando un tratamiento conservador, que de momento no está dando gran resultado, y es duda para el choque contra el Athletic Club. Hasta el fin de semana, está siguiendo un plan específico para llegar bien a la cita.
Dembelé en una acción contra el Valladolid / FC Barcelona
El extremo francés trabaja junto al entrenador personal Salah Ghaidi. Las molestias no han ido a más y todo apunta que estará en la convocatoria, aunque hay la duda sobre su titularidad. Si no está al 100%, Koeman podría salir de revulsivo en la segunda mitad. El jugador quiere llegar.
Primer curso limpio
A diferencia de las tres primeras temporadas en el Camp Nou, Ousmane Dembelé está firmando un curso sin ninguna lesión muscular de gravedad. Ninguna rotura de isquiotibiales y solamente dos semanas con molestias musculares en diciembre y una lesión en el hombro en noviembre. Ahora inquieta el pubis, pero no presenta mucha gravedad.
Los servicios médicos han descartado que pase por quirófano. El jugador quiere seguir con la buena racha esta temporada --37 partidos, 10 goles y cuatro asistencias-- y desea salir de inicio en la Copa del Rey. Es año de Eurocopa y alargar esta buena dinámica es clave para ser seleccionado por Didier Deschamps.
Dembelé celebra un gol con el Barça / EFE
La decisión no pasará por Dembelé. Ya sabe lo que es forzar y recaer y los servicios médicos están pendientes de la evolución del francés esta semana. Su juego se basa en la explosividad y el desborde y si presenta problemas, podría quedarse en el banquillo contra el Athletic Club. A parte de la competición copera, quedan ocho jornadas cruciales de Liga.
A la espera de renovar
De las lesiones también dependerá la renovación de El Mosquito. Termina contrato en 2022 y recientemente habló sobre la posibilidad de prolongar su contrato: “¿Mi futuro? Todavía me queda un año de contrato. Aún no ha habido ninguna conversación con la nueva directiva, pero estoy contento y me siento bien”.
El Barça contempla dos opciones: renovarlo debido a su buen rendimiento o buscarle una salida en este mercado de fichajes. Todo apunta a la primera opción, pero todo dependerá de cómo vaya evolucionando su físico y, no menos importante, la situación económica de la entidad.