En el FC Barcelona no hay temporadas de transición. Ronald Koeman ha presentado argumentos importantes para convencer a Joan Laporta y liderar el nuevo proyecto deportivo blaugrana. Entre ellos, se encuentra el crecimiento de los jóvenes, haber dotado de personalidad a la plantilla, sacar la sonrisa y la motivación de los pesos pesados y haber devuelto la ilusión al barcelonismo.
No obstante, pese a todo esto, el holandés no tiene asegurado ocupar el banquillo del Camp Nou el curso que viene. El nuevo presidente le ha demostrado su confianza desde el primer día que venció en las elecciones. Sin embargo, en ningún momento ha puesto la mano en el fuego por Koeman, ni ha asegurado que seguirá en el Barça el curso que viene.
Koeman, protestando una acción en El Clásico | EFE
Y es que pese a todas las capacidades y puntos a favor que ha demostrado, al final serán los resultados los que definirán su futuro. Las próximas semanas serán clave. El equipo aspira a un doblete que hace meses ni siquiera se contemplaba. La primera prueba de fuego será el próximo sábado, en la final de la Copa del Rey ante el Athletic. Una derrota podría empezar a definir su salida el próximo verano.
Ninguna victoria en partidos trascendentes
Pese al buen juego del equipo y el crecimiento de los jóvenes, Koeman todavía no ha saldado una asignatura pendiente: ganar en los compromisos más trascendentales. En lo que va de temporada, el Barça ha perdido los dos partidos partidos ligueros ante el Real Madrid (1-3 y 2-1), en el Metropolitano frente al Atlético (1-0), también en la competición doméstica.
Y en Europa, el equipo no dio la talla cuando llegaron los gigantes en la Champions. El cuadro culé perdió contra la Juventus (0-3) cuando se jugaba la primera plaza del grupo en la Champions y cayó con estrépito ante el PSG en la ida de octavos (1-4). El empate en París, dando buena imagen, no le sirvió como redención. Todo esto se suma a la derrota en la única final esta temporada, contra el Athletic en la Supercopa de España.
Koeman y Messi, lamentando la derrota contra el Madrid | EFE
En este sentido, las sensaciones convencen pero no los resultados. Tampoco gusta su falta de autocrítica y sus ataques a los árbitros. Lo que comporta que la balanza esté extremadamente nivelada. Y podría desequilibrarse el próximo 17 de abril, en Sevilla. El Barcelona necesita dar la talla y evitar un segundo año consecutivo sin títulos. Un encuentro que podría definir no solo el futuro de Koeman, sino también de Leo Messi. Ambos necesitan una alegría para reforzar su confianza y su papel en el proyecto.
Dos posibles sustitutos
Asimismo, otro de los hechos que evidencia que la salida de Koeman del Barça no está descartada, es que Laporta ya trabaja en dos alternativas para suplirle a final de temporada, si no acaba cumpliendo con los objetivos. El primero de la lista es Julian Nagelsmann. El actual entrenador del Leipzig, con solo 33 años, apunta por su personalidad y su estilo a ser uno de los grandes entrenadores de la próxima década.
Nagelsmann en una imagen con el RB Leipzig / EFE
Por otra parte, el nombre que siempre suena para llegar definitivamente al banquillo del Camp Nou es el de Xavi Hernández. El legendario centrocampista blaugrana acaba de ser campeón en el Al-Saad, y ya espera impaciente una oportunidad en el Barça. Según las últimas informaciones, su entorno está presionando al nuevo presidente para fichar por el club blaugrana este mismo verano.
Xavi Hernández en un partido del Al Sadd / EFE
El gran inconveniente para el fichaje de cualquiera de los dos entrenadores es la grave situación económica que vive la entidad. Koeman tiene todavía un año más de contrato, por lo que su finiquito podría ser considerable. Lo que está claro es que Laporta todavía no tiene claro quién será su entrenador el curso que viene.