No fue la noche de Leo Messi. El delantero argentino encadenó su séptimo partido consecutivo contra el Real Madrid sin marcar ni asistir, dato que coincide con la salida de Cristiano Ronaldo de la entidad de Chamartín. Su último gol en un clásico data del 6 de mayo de 2018, en un duelo en el Camp Nou que acabó 2-2.
El astro rosarino fue de los más participativos en la primera mitad, bajando a recibir y haciendo daño al equipo blanco en la línea de mediapuntas. Las mejores ocasiones de los culés salieron de sus pies: el pase a Jordi Alba para el centro frustrado a Dembelé, el casi gol olímpico que se estrelló en el larguero y el disparo a bocajarro en el área pequeña que desvió Courtois.
En la segunda parte se apagó. Fue uno de los que más sufrió el efecto de la lluvia y el frío que se vivió en Valdebebas a partir de las diez de la noche. De hecho, cuando Gil Manzano detuvo el encuentro por los problemas técnicos del VAR, se cambió la camiseta interior y la azulgrana para superar los temblores que estaba teniendo.
"Habla con respeto"
Más allá de los aspectos puramente deportivos, el astro rosarino también se las tuvo con Gil Manzano. Según han apuntado Catalunya Ràdio y la Cadena COPE, Leo Messi se dirigió al colegiado extremeño durante la primera mitad para espetarle lo siguiente: ¡Árbitro! Habla bien, habla con respeto".
Messi con Vinicius / EFE
Se desconoce por qué motivo le dijo el 10 eso a Gil Manzano, aunque algún motivo tendría. Aunque el delantero argentino dio la cara en la primera mitad, el resto del equipo no le acompañó y el 2-0 al descanso dejó prácticamente sentenciado a un Barça que lo intentó en la segunda, pero no pudo hacer más que recortar distancias con Mingueza.
Más líos con Gil Manzano. Piqué también se las tuvo con él tras el encuentro y Koeman reclamó la no señalización de un posible penalti de Mendy sobre Braithwaite. Ni un clásico sin polémica arbitral.