El Barça de Koeman se ahogó en el clásico contra el Real Madrid, y se complica sus opciones de ganar la Liga. Los culés cayeron de forma injusta ante los de Zidane (1-2), y dejaron escapar tanto el liderato como el gol average contra los madridista.
Un encuentro en el que los catalanes empezaron tremendamente espesos, y se vieron sorprendidos en la primera mitad por la efectividad de los de Chamartín, que prácticamente en dos ocasiones sentenciaron el choque. Los blaugrana dominaron por completo el balón, pero les faltó empuje en los metros finales. Precisamente, lo que les sobró a los merengues, que hacían daño en cada contraataque.
Leo Messi lamentando uno de los goles del Real Madrid / EFE
En la segunda mitad, el guión cambió por completo. El Barcelona cambió el esquema, y con el 4-3-3 y Griezmann en el terreno de juego, todavía fue más evidente su superioridad. No obstante, esta vez la acompañaron también de ocasiones claras. Mingueza redujo distancias, y los culés lo intentaron hasta el último segundo. De hecho, en la última acción, Ilaix Moriba envió su balón al larguero y acabó con toda la esperanza de los blaugrana. Una derrota en la que los de Koeman volvieron a echar de menos a un Leo Messi que no fue protagonista ni actuó de líder. Y ya van varias veces seguidas en el clásico.
La maldición de Leo Messi
En el que podría ser su último clásico, Leo Messi tuvo un partido discreto. El argentino, que hizo historia al empatar a Sergio Ramos como el jugador con más clásicos disputados (45), se volvió a quedar sin marcar contra el Real Madrid. Y con este, van ya siete partidos consecutivos ante los blancos sin ver portería.
Una maldición que se extiende desde el 6 de mayo de 2018, precisamente fecha que coincidió con la última presencia de Cristiano Ronaldo antes de partir al fútbol italiano. Una cifra que sorprende, y más teniendo en cuenta que el 10 del Barça sigue siendo el máximo goleador de la historia de los clásicos, con 26 goles en 45 encuentros. No obstante, la suerte y la eficacia parece que le han abandonado en los últimos años contra el eterno rival.
Leo Messi, lamentando la derrota contra el Real Madrid | EFE
Sin embargo, eso no quita que el de Rosario tuvo varias opciones de superar a Courtois y romper esa sequía. La más clara fue sin duda el gol olímpico que intentó en el primer tiempo, y que se estrelló contra el poste. Tras eso, algunos lanzamientos de falta que se estrellaron en la barrera y poco más. Redujo su posición para ayudar a la creación del juego, pero ni así fue decisivo en un nuevo clásico en el que se quedó sin ser protagonista.