Joan Laporta tiene prevista una importante limpieza del vestuario el próximo verano, con el objetivo de resolver la compleja situación económica del FC Barcelona y a la vez, tener opciones de fichar a una estrella para el curso que viene. Una reconstrucción que no será fácil, sobre todo porque algunos pesos pesados no están dispuestos a facilitar su marcha.
Uno de los casos más preocupantes es sin duda el de Samuel Umtiti. Los problemas en sus rodillas llevan varios años mermándole, y cada vez que tiene minutos, demuestra que ya no dispone del nivel necesario para liderar la zaga azulgrana. La entidad culé lleva varios veranos intentando quitárselo de encima, pero se está convirtiendo en una operación imposible.
Samuel Umtiti, en un partido con el Barça | EFE
Al Barça le está penalizando excesivamente la renovación que firmaron con el francés en 2018. En esos momentos, un Umtiti con 24 años apuntaba a ser un defensa de primer nivel durante la próxima década. Nada más lejos de la realidad. Decidió no pasar por el quirófano para poder jugar el Mundial, y ahí empezó su declive. Y en el Camp Nou tuvieron que aguantarle, con un contrato hasta 2023 y cobrando prácticamente 12 millones de euros al año.
La estrategia de Laporta y Koeman
Tanto el presidente como Koeman consideran determinante cargarse al francés y sobre todo su salario para poder aspirar a nuevos fichajes. Y es por eso que ya han puesto en marcha su operación para persuadir al defensa galo de salir el próximo mes de junio. Un plan que se basa en relegarle a la suplencia más absoluta y no darle minutos en lo que queda de curso, excepto si no es extremadamente necesario.
Por suerte, el técnico holandés está recuperando efectivos para la zona defensiva (Araújo, Piqué y Sergi Roberto), y tanto Mingueza como Lenglet se están mostrando solventes en la zaga. Además, Koeman cuenta también con la opción de De Jong para jugar en esa posición. Por lo que Umtiti es en estos momentos el quinto central, y tendrá muy difícil tener minutos.
Ronald Koeman saludando a Samuel Umtiti tras el partido contra el Atheltic Club / FC Barcelona
De hecho, precisamente el último enfrentamiento en el que participó con el Barça fue antes de que Laporta llegase a la presidencia (el 6 de marzo contra Osasuna, y el abogado ganó los comicios el 7). Cinco encuentros consecutivos en los que ni siquiera saltó a calentar.
En el Barça quieren potenciar sus ganas de jugar al fútbol, y evidenciarle que en el Camp Nou ya no tendrá más oportunidades. Un plan a la desesperada para cargarse a un jugador cuyo contrato es un completo dolor de cabeza. Si consiguen persuadirle, será mucho más sencillo encontrarle un equipo interesado en verano, o incluso ofrecerle la carta de libertad a cambio de que ceda parte de su salario.