La situación de Ansu Fati preocupa y mucho en el FC Barcelona. El delantero de Guinea-Bisáu sigue en la enfermería desde el pasado 9 de noviembre, cuando fue operado por primera vez de una lesión en el menisco de la rodilla izquierda. El tiempo de baja estimado era de cuatro meses, por lo que en el club lo esperaban para principios de marzo. No obstante, no tardó en complicarse esta lesión al no cicatrizarse como se esperaba. Asimismo, se encontraron con el contratiempo de que cuando Ansu hacía ejercicios con algo de carga, su rodilla volvía a hincharse.
La situación fue empeorando hasta el punto que a principios de enero se le volvió a operar a escondidas, sin dar ninguna información. Una segunda operación que parece que tampoco ha acabado de solucionar sus problemas en la rodilla. En el aire está la amenaza de una tercera operación que podría tener consecuencias a largo plazo para su carrera.
Ansu Fati, en la grada | EFE
Pese a que la misma perla blaugrana envió un mensaje lleno de optimismo a través de sus redes sociales, la realidad es que la recuperación no le está dando muchos motivos para sonreír. Durante los últimos días, ha aumentado la carga de trabajo junto con infiltraciones de corticoides para analizar el comportamiento de sus rodillas. Sin embargo, este tratamiento conservador tampoco está funcionando, y pasar por el quirófano para extraer la parte del menisco dañado coge cada vez más fuerza.
Reacciones alérgicas en la rodilla
El doctor Julián Cerón habló en SER Catalunya y reconoció que Ansu Fati está teniendo más problemas en su recuperación. Esta vez, por culpa de "reacciones alérgicas en su rodilla por culpa de los factores de crecimiento de su propia sangre".
Una afirmación que usó también para proteger al doctor Cugat y a los servicios médicos del Barça, en el punto de mira este curso por las continuas recaídas de los jugadores y la falta de acierto en los partes médicos. "Eso es impredecible. Un médico lo que hace es acotar el tratamiento personalizado. Ni el doctor 'x,' ni el 'y', ni el 'z' pueden asegurar nada porque esto no es una ciencia exacta", explicó el doctor Cerón.
Ansu Fati, tras lesionarse contra el Betis | EFE
Pese a estos contratiempos, el delantero de Guinea-Bisáu sigue convencido en que podrá superar esta lesión, y que no le dejará secuelas de cara al futuro. Por suerte, cuando era cadete ya tuvo que hacer frente a una situación similar. Sufrió una fractura de tibia y peroné que le dejó más de un año lejos de los terrenos de juego. Una experiencia que le sirvió para crecer, igual que está siendo está también.