La situación de Ansu Fati preocupa y mucho en el FC Barcelona. El delantero de Guinea-Bisáu sigue en la enfermería desde el pasado 9 de noviembre, cuando fue operado por primera vez de una lesión en el menisco de la rodilla izquierda. El tiempo de baja estimado era de cuatro meses, por lo que en el club lo esperaban para principios de marzo. No obstante, no tardó en complicarse esta lesión al no cicatrizarse como se esperaba. Asimismo, se encontraron con el contratiempo de que cuando Ansu hacía ejercicios con algo de carga, su rodilla volvía a hincharse.
La situación fue empeorando hasta el punto que a principios de enero se le volvió a operar a escondidas, sin dar ninguna información. Una segunda operación que parece que tampoco ha acabado de solucionar sus problemas en la rodilla. En el aire está la amenaza de una tercera operación que podría tener consecuencias a largo plazo para su carrera.
Ansu Fati, tras lesionarse contra el Betis | EFE
La perla blaugrana viajó a Lyon la semana pasada para conocer una segunda opinión de su situación. El traumatólogo francés especialista en rodillas, Bertrand Cottet, fue claro: la sutura no ha cicatrizado correctamente, ni en la primera ni en la segunda artroscopia, con el problema añadido de que una infección ha empeorado el estado de la rodilla.
Según avanzó el diario AS, se le recomendó una nueva operación para extraer la parte del menisco dañado. Una decisión que le permitiría regresar en un plazo de entre seis y siete semanas, y posiblemente llegar a los Juegos Olímpicos y a la Eurocopa. No obstante, el problema es que podría tener consecuencias importantes a largo plazo.
Terapia con infiltraciones de corticoides
De momento, el entorno de Ansu apuesta por continuar por un tratamiento conservador. Las dos próximas semanas serán determinantes. Al jugador se le está viendo prácticamente a diario entrenar en la Ciutat Esportiva. Se le ha aumentado la carga y el ritmo de trabajo. Si su rodilla aguanta, seguirán por ese camino. Si no, no tendrá más remedio que volver al quirófano.
El de Guinea-Bisáu está agotando todas sus alternativas para evitar esta opción. Por eso, según el mismo diario AS, el jugador ha acordado con los servicios médicos del Barça someterse a una terapia de artrocentesis durante las próximas dos semanas, contando desde este jueves, que consiste básicamente en infiltraciones de corticoides con el fin de rebajar el dolor y la inflamación de la rodilla, además de una serie de punciones puntuales para extrarle el líquido sinovial producto del derrame.
Ansu Fati en un entrenamiento del Barça durante la pretemporada / FC Barcelona
En aproximadamente quince días, se conocerá la decisión de Ansu Fati. Solo un milagro le permitiría no pasar de nuevo por el quirófano para que se le extraiga el menisco. Una opción que acelería su recuperación, pero que le obligaría durante toda su carrera a seguir trabajo de prevención para evitar a largo plazo una lesión degenerativa crónica.