La victoria del FC Barcelona contra el Huesca (4-1) sirve para poner todavía más presión al Atlético de Madrid. Los colchoneros siguen siendo líderes de la Liga con 63 puntos y vienen de dejarse siete puntos de los últimos quince. Los culés, en cambio, solamente cedieron un empate, contra el Cádiz en el Camp Nou.
La buena racha de los azulgranas sirve para reducir la diferencia con el líder a cuatro puntos (59 puntos). Por parte del Real Madrid, aunque a trompicones, siguen tirando la mayoría de sus partidos por el escudo. Suman 57 puntos, han firmado dos empates en los últimos cinco encuentros, y están a seis del rival ciudadano.
A todo esto, en los próximos meses se deberá hacer especial atención a los enfrentamientos directos. El derbi madrileño se jugó el pasado 7 de marzo y terminó con reparto de puntos. Culés y merengues se verán las caras el próximo 11 de abril en Valdebabas y la victoria será clave para seguir con la lucha por el título liguero.
Los jugadores de Barça y Real Madrid, en un clásico | EFE
Pero si hay un enfrentamiento que puede ser todavía más decisivo, este es el de la jornada 35. El Barça recibe en el Camp Nou al Atlético de Madrid, un duelo que todo apunta que estará en juego el liderato. Antes, se deben disputar siete jornadas ligueras que son igual de importantes. Toda una carrera de fondo.
El Barça, el más fuerte
Ronald Koeman parece que ha encontrado la tecla para controlar los partidos y crear ocasiones peligrosas. Y los jugadores están respondiendo bien. La defensa de tres centrales da una presencia con más efectivos en campo rival. Se puso en práctica el 27 de febrero en el Sánchez Pizjuán (0-2) y se ha repetido en todos los partidos con buenos resultados: Sevilla (3-0), Osasuna (0-2), PSG (1-1) y Huesca (4-1).
Jugadores como Leo Messi y Ousmane Dembelé se están sintiendo cómodos en este sistema, con libertad de movimientos. Sin ir más lejos, el argentino desde el cambio táctico en Sevilla suma cuatro goles y cuatro asistencias en cinco partidos. El francés, gran generador de ocasiones, lleva dos tantos en los últimos cinco encuentros.
Dembelé, celebrando su gol con Leo Messi | EFE
Pese a la gran cantidad de lesionados con los que el entrenador no puede contar (Piqué, Ansu, Coutinho, Roberto…), el equipo se le ve bien físicamente y hay jugadores teóricamente suplentes que están dando un paso adelante como Francisco Trincao, Óscar Mingueza o Ilaix Moriba. Todos suman y dan descanso a los teóricamente titulares.
Los rivales directos no tienen tanta profundidad de banquillo. Zinedine Zidane sigue teniendo muchos lesionados y en las últimas semanas se ha visto obligado a tirar de cantera para completar la convocatoria. No tiene efectivos y gana más los partidos por épica que por merecimiento. Contra el Elche (2-1), el enésimo ejemplo.
En cuanto al Atlético de Madrid, también han vivido un bajón en el aspecto físico, uno de sus puntos fuertes. El Cholo Simeone no termina de confiar en recientes incorporaciones como Torreira, Kondogbia o Dembelé. Pocas alternativas al once titular y esto les está pasando factura.
Luis Suárez y Sergio Llorente con los jugadores del Getafe en el empate del Atlético de Madrid / EFE
Después de una primera vuelta impecable, con 15 victorias y tres empates en 19 partidos (48 puntos), los colchoneros se empiezan a desinflar y a ceder puntos. Se están atascando de cara a gol y la portería de Jan Oblak ya no es tan impenetrable. Los nueve goles que encajaron en la primera vuelta ya los han encajado en esta segunda, y quedan once jornadas.
Atención a la Champions
Mientras la Liga está más reñida que nunca, el Atlético de Madrid y el Real Madrid siguen luchando en la Champions League. Los rojiblancos deben remontar al Chelsea (0-1 en la ida), mientras que los blancos tienen que hacer bueno el resultado contra el Atalanta (0-1 en la ida). Si pasan a cuartos, puede significar más rotaciones y posibilidad de pinchazos en la Liga.