El Barça de Koeman se mete de lleno en la lucha por la Liga. Los culés no podían fallar tras el tropiezo del Atlético, y no lo hicieron. El conjunto blaugrana se llevó los tres puntos contra el Huesca (3-1) en una noche de auténticos golazos. Messi y Griezmann pusieron la primera piedra en la primera mitad, y Óscar Mingueza en la segunda sentenció un choque tremendamente controlado por el Barcelona. Messi puso la guinda en los últimos instantes.
Tras un inicio horroroso de campeonato, el Barça está ya a cuatro puntos del Atlético. Con un enfrentamiento directo en la penúltima jornada, los blaugrana prácticamente dependen de ellos mismos para ganar el título.
El árbitro estropea la fiesta blaugrana
Tras el tropiezo del Atlético de Madrid, Ronald Koeman era consciente de la importancia de sacar los tres puntos contra el Huesca para prácticamente depender de ellos mismos para ganar la Liga. En este sentido, el técnico holandés se dejó de especulaciones y pruebas y apostó por el mismo once que ofreció una excelente imagen en Champions contra el PSG.
Una alineación liderada por un Leo Messi que siguió haciendo historia, al empatar a Xavi como el jugador con más partidos en la historia del FC Barcelona. Precisamente, el argentino quiso celebrar este hito como mejor sabe: con una auténtica obra de arte. El 10 destrozó la intensa defensa del Huesca con un estratosférico disparo, que se coló por toda la escuadra.
Messi y Griezmann, celebrando un gol contra el Huesca | FCB
Después del tanto, los de Pacheta se abrieron para buscar el empate, sobre todo con acciones en velocidad y al contraataque. Mientras, los culés dominaban por completo la posesión del balón y tenían aparentemente controlado el choque. Una superioridad que se demostró también en el marcador, con el segundo gol. Esta vez fue Antoine Griezmann, que retó a Messi con otro golazo desde fuera del área.
Con el segundo, el Barcelona empezó a gustarse y las ocasiones se multiplicaron ante un descentrado equipo visitante. El encuentro era una fiesta y pintaba a goleada. Hasta que llegó el arbitraje para estropear este festejo. En la última acción de la primera mitad, y con el tiempo ya cumplido, el colegiado señaló un inexistente penalti de Ter Stegen, que el VAR ratificó. Rafa Mir no falló y redujo distancias en una acción que dejó desconcertados a los culés.
Mingueza sentencia a medio gas (y Messi pone la guinda)
No obstante, el gol del Huesca no sacó al Barça del partido. Tras el paso por los vestuarios, continuó el dominio blaugrana y el asedio a la portería de Álvaro Fernández. Y no tardó en llegar la sentencia. En una jugada ensayada desde el córner, Messi puso un centro milimétrico que remató Óscar Mingueza en el punto de penalti. Primer gol del canterano que cerró un día redondo, con la convocatoria con la sub21 para ir a la Eurocopa.
Mingueza, celebrando su gol contra el Huesca | EFE
Con el tercero, el ritmo del cuadro catalán descendió. Los de Koeman se dedicaron a dormir el enfrentamiento y no arriesgaron en exceso en busca de más goles. Unos segundos 45 minutos a medio gas del Barça, con un Messi que fue el único que puso una marcha más para poner el cuarto en su noche histórica. Triunfo determinante de los culés con el que se colocan a solo cuatro puntos del Atlético, y cada vez confían más en sus opciones de conseguir un título que. hace meses, parecía imposible.