Ronald Koeman ha dado la cara tras la dolorosa derrota del Barça en Sevilla (2-0). El técnico, lejos de mostrase enfadado y crítico con sus jugadores, como ha hecho en otras ocasiones, ha defendido con uñas y dientes a sus pupilos. Incluso al señalado Samuel Umtiti, que salió en la foto de los dos goles del cuadro hispalense.
Preguntado por el central francés en rueda de prensa, el entrenador azulgrana ha confesado que la decisión de colocar a Umtiti por delante de Lenglet fue técnica: "No tenía problemas físicos (Lenglet). Ha sido una decisión técnica de jugar con Umtiti y Mingueza. Hay pocos partidos, poca gente atrás y hay que tener a todos disponibles".
"Umtiti ha hecho fallos, pero no es justo ir a por él"
Sobre Umtiti, Koeman pidió no señalarlo, aunque le mandó un aviso: "En las dos jugadas hemos dejado demasiado espacio desde el medio del campo, no solo desde la defensa. Pero también es verdad que no tenemos que buscar el fuera de juego porque dejamos mucho espacio a la espalda. No ha sido una buena decisión". "Umtiti ha hecho fallos, como todo el mundo, pero no es justo ir a por él. Perdimos todos y ganamos todos", zanjó.
"En la segunda parte hemos hecho de todo para marcar un gol importante... con el calendario que llevamos, estoy impresionado con el desgaste que ha hecho el equipo en el día de hoy", expuso el míster blaugrana, en claro gesto de defensa a sus jugadores.
Umtiti queda retratado en el gol de Koundé / EFE
Para terminar la rueda de prensa, Koeman mandó un mensaje ligeramente preocupante: "Hay que seguir con esta mentalidad y esta entrega. Llevamos 11 partidos fuera de casa en enero. Yo firmo por tener estos resultados en los últimos 12 partidos, aunque prefería perder un partido de Liga y ganar hoy". Con esta última frase, viene a dejar claro que la prioridad es la Copa y que incluso hubiese preferido perder un partido de Liga si ello suponía ganar al Sevilla.
Espíritu de remontada
A pesar de todo, el holandés se quejó de un posible penalti no señalado e insistió en que la remontada es posible. Y no le falta razón: en Granada se levantó un 2-0 en solo cinco minutos. "Queda otro partido, hay que intentar ganar y jugar la final", retó el entrenador. Un mensaje que llegó a repetir hasta en dos ocasiones más: "El partido de vuelta es complicado con el 2-0. Marcar fuera de casa es importante. Pero el Barça en casa es capaz de cualquier cosa". "Son un equipo grande, pero hay esperanzas para el partido de casa y podemos ganar al Sevilla", sentenció.
Por último, cabe destacar que el entrenador se excusó por no haber realizado antes los cambios: "El equipo estuvo muy bien y no había razones para cambiar. He aguantado hasta el final porque tampoco vi al equipo muy cansado y hemos presionado bien en la segunda parte. Estoy contento con el trabajo, no hacía falta cambiar".