El FC Barcelona le ha cogido gusto a las remontadas y al sufrimiento hasta el último minuto. Después de forzar la prórroga contra el Granada (3-5) en Copa del Rey, llegó el partido contra el Real Betis, que se complicó en dos ocasiones con los goles de Borja Iglesias y de Víctor Ruíz. Las aportaciones de Messi, que salió del banquillo, y un destello de calidad de Trincao dieron los tres puntos a los culés (2-3).
Más allá de las buenas sensaciones que genera una remontada en estos momentos, el planteamiento inicial de Ronald Koeman era ideal para que algunas figuras cogieran protagonismo ante la ausencia del argentino. No fue así. Hasta que no entró el capitán en el minuto 57, el equipo estaba totalmente desorientado.
Koeman dando órdenes a Messi antes de entrar en el Betis-Barça / FC Barcelona
Hay varios jugadores que dejaron bastante que desear, quizás por cansancio o falta de autoestima, pero no aprovecharon la ocasión para reivindicarse. La primera parte fue desesperante, sin coger las riendas del partido, solamente Riqui Puig parecía ser consciente de la oportunidad que tenía en frente.
Los señalados
Empezando por la defensa, aunque no fue su peor partido en lo que llevamos de año, cabe destacar a Clement Lenglet. Con la ausencia de Ronald Araujo --lesionado-- no supo liderar el eje de la zaga, que compartía con un inexperto Frenkie de Jong. El primer gol fue ejemplo de un mal repliegue y dejaron solo al delantero verdiblanco.
En ataque, malbarató una clara ocasión que hubiera facilitado mucho la tarea del Barça. En el minuto 26 a centro de Jordi Alba remataba totalmente solo, a pocos metros de Joel Robles, pero el balón salía desviado incomprensiblemente. Se perdía así una opción de lujo de encarrilar el partido y para que él cogiera confianza en una temporada que está siendo complicada.
Lenglet desaprovechando una ocasión clara contra el Betis / Redes
También cabe destacar el delicado momento de Sergio Busquets. Salió en la fotografía de los dos goles del Real Betis. En el segundo cometió dos errores impropios de él: primero, al hacer una falta inocente en el lateral del área y segundo, el mal marcaje a Víctor Ruíz. Terminó siendo substituido en el minuto 78 en lugar de Samuel Umtiti. Necesita descanso.
De los menos habituales, perdió una oportunidad de lujo Miralem Pjanic. Era titular en el interior junto a Riqui Puig, pero no cogió las riendas de la construcción de la jugada. Fue el canterano quien dio un paso adelante y el bosnio pasó desapercibido otro día más. Poca precisión, poco atrevimiento y solo un disparo, en fuera de juego. En el minuto 57 se fue para dar entrada a Francisco Trincao, el héroe inesperado del partido.
Otro jugador que terminó en el banquillo antes de tiempo fue Martin Braithwaite, que se quedó en el vestuario tras el descanso. En la primera parte se ubicó en la banda izquierda, de extremo, y no pudo destacar en nada. No pudo explotar sus virtudes --el desmarque, la velocidad y el olfato goleador--, pues estaba muy alejado del área. Sigue siendo ejemplo de lucha, pero su calidad deja bastante que desear.
Briathwaite luchando un balón contra el Betis / FC Barcelona
Ronald Koeman tuvo que revolucionar el partido en el Benito Villamarín para asegurar la victoria azulgrana. Los menos habituales no dieron la cara y los veteranos que debían liderar el equipo no se reivindicaron. Tuvo que salir el de siempre, Leo Messi, a solucionar la papeleta.