Sergi Roberto fue una de las grandes sorpresas de Koeman en el once ante el Granada. El canterano volvió a la titularidad tras más de dos meses lesionado. Ante el Athletic ya tuvo minutos, pero esta vez se enfrentaba a su primera prueba de nivel en los cuartos de final de la Copa del Rey. Y lo hizo partiendo desde el lateral derecho.
El de Reus protagonizó un gran encuentro. Combinó a la perfección con sus compañeros y se entendió bien con Trincao por esa banda. Estuvo centrado en defensa y no desperdició ninguna oportunidad de lanzarse al ataque, ante la inoperancia ofensiva de los nazaríes.
Sergi Roberto, tras caer lesionado contra el Granada | EFE
No obstante, en segundos pasó de un partido para la esperanza a ser la peor notícia culé en el nuevo Los Cármenes. El futbolista catalán aguantó solo 57 minutos en el terreno de juego, antes de ser sustituido por molestias en el cuádriceps. En ese momento, Roberto ya se temía lo peor al sentarse en el suelo y llevarse rápidamente la mano a la parte superior de la pierna.
El Barcelona ha ofrecido el parte médico que informa que el jugador sufre unas molestias en el cuádriceps y que está pendiente de más pruebas para confirmar el alcance exacto de la dolencia. Por lo tanto, en las próximas horas se conocerán más detalles. Por suerte, se trata de un contratiempo totalmente distinto al que sufrió contra el Atlético de Madrid, que le dejó varios meses en el dique seco. En el Wanda se hizo una rotura en el recto de su pierna derecha tras golpear el balón desde larga distancia. Esta vez, son molestias en el cuádriceps de la pierna izquierda.
Dest, clave en la remontada
Esta lesión no permitió a Roberto formar parte de la remontada que protagonizó el cuadro culé en los últimos instantes. Precisamente, su sustituto Sergiño Dest, un perfil mucho más ofensivo, tuvo un papel determinante en el milagro. El estadounidense regresó después de dos partidos fuera por culpa de unas molestias musculares que no le están dejando tener continuidad. Y estuvo a gran nivel.
Para dar la vuelta al marcador, Koeman confió en Dest antes que en Mingueza. Y le salió bien. Aportó profundidad y recorrido. Y fue importante también a la hora de detener los contraataques nazaríes. La posible lesión del canterano genera un nuevo dolor de cabeza para el técnico holandés, ante una posición que teóricamente ya tenía bien controlada.