Actuación solvente del FC Barcelona contra el Athletic Club (2-1). Con la victoria del Atlético de Madrid y la derrota del Real Madrid, no podrían permitirse pinchar este domingo. Y no lo hicieron, ya son segundos en la Liga. Los chicos de Ronald Koeman empezaron bien el choque, pero en la segunda parte aparecieron las dudas.
En el tercer encuentro contra los vascos en este mes de enero, volvió a aparecer la irregularidad. En el primer tiempo, supieron construir la jugada desde atrás, sin arriesgar demasiado y aprovechar los espacios que dejaba el conjunto de Marcelino García Toral en las bandas. Ousmane Dembelé y Antoine Griezmann tuvieron protagonismo y varias ocasiones.
Pero otro día más cabe destacar a Leo Messi. Muchos aficionados se preguntaban cómo saldría al partido después de las últimas informaciones sobre su contrato, pero se le vio comprometido y sonriente, como si nada hubiera ocurrido. Un día más, él habla sobre el césped.
Messi, protagonista del primer tiempo
El argentino ya avisó en los primeros minutos de encuentro que tenía ganas de reivindicarse. En el cuatro, aprovechó un pase de Griezmann para encarar a Unai Simón, pero el vasco le sacó la vaselina. Nueve minutos después, casi marca un gol antológico. Un disparo de Miralem Pjanic era desviado por el pecho del 10.
El gol de Messi de falta contra el Athletic / EFE
En el minuto 19 llegó el primer tanto, una auténtica obra de arte. Golpeó una falta centrada en la frontal de manera muy suave, superando la barrera y que entraba por la escuadra derecha. Aunque el Athletic acumuló mucha gente en la zona para obstaculizar el disparo, no pudieron hacer nada.
Primera jugada del Athletic y gol
En el minuto 48 llegó el gol del empate. La primera jugada del Athletic Club bien construida terminaba con el tanto de los vascos. El problema de siempre. Un desajuste general, terminaba con el tanto en propia puerta de Jordi Alba, que pedía falta al colegiado Mateu Lahoz por empujón.
La jugada llegaba por la banda izquierda, tras una pérdida de posición de Mingueza. Raúl García caía en la banda y ponía rápidamente el centro al segundo palo. Allí entraba el lateral emparejado con Óscar De Marcos. El esférico rebotaba en las piernas del catalán y superaba a Ter Stegen, que no tuvo tiempo de reaccionar.
Los jugadores del Athletic Club celebrando el gol contra el Barça en el Camp Nou / EFE
A partir del gol de los visitantes, empezaron a salir las dudas entre los jugadores azulgranas: pérdidas en la construcción de la jugada, errores de concentración y, como no, el empuje del Athletic Club. Pero a base de esfuerzo y ritmo de juego, el Barça volvió a levantar la cabeza y a generar ocasiones.
Sobreponiéndose a los contratiempos
El Barça firmó una primera parte notable, pero tras el descanso volvieron las dudas. Todas aquellas ocasiones bien construidas se convirtieron en descontrol y partido dividido. Volvieron a flaquear las fuerzas en defensa y en ataque se empezó el segundo tiempo algo adormecido.
Poco a poco, ya con el empate se empezaron a generar ocasiones. Primero Pjanic de cabeza y luego Griezmann rozaron el tanto de la victoria, pero Unai Simón estaba inspirado. Incluso Samuel Umtiti estuvo cerca del gol de un córner, pero volvió a aparecer el arquero rojiblanco.
Griezmann celebrando el gol del Athletic con Riqui Puig / FC Barcelona
El gol de la victoria llegó de los pies de Griezmann. Una buena incorporación de Mingueza en ataque como lateral derecho terminaba con pase de la muerte y el galo la empujaba a placer. Su partido no era ni mucho menos brillante, pero tuvo detalles de calidad.
Terminando con tres centrales
Los últimos ocho minutos del partido, Ronald Koeman apostó para la línea de cinco atrás. Era un asedio constante del Athletic, sobre todo en la banda de Jordi Alba. Entró Clement Lenglet en lugar de Antoien Griezmann. Defensa con tres centrales para asegurar el resultado.