El partido que propuso el Rayo Vallecano al FC Barcelona auguraba una goleada. Nada más lejos que la realidad. Las ocasiones se crearon, pero el primer gol fue por parte de los locales. Otro día más tocaba remontar. Ya son muchas las veces que los rivales golpean primero a los azulgranas.
Al final se venció con los goles de Frenkie de Jong y Leo Messi y las sensaciones que dejó el equipo son buenas. Cada vez se empieza a jugar mejor, más toque, más control y equilibrio. Este miércoles firmaron una posesión del 70% y las mejores ocasiones fueron para los visitantes.
La falta de gol
Uno de los males de este equipo sigue siendo la falta de gol. Se envió el balón al palo en tres ocasiones --De Jong, Riqui Puig y Messi-- y se malbarataron ocasiones muy claras. Cuesta horrores abrir la lata y se sigue notando mucho la ausencia de Luis Suárez. 14 disparos, seis de ellos a portería, para terminar marcando dos goles.
Messi contra el Rayo / EFE
Afortunadamente, Leo Messi está cada vez más acertado de cara a gol. Ya lleva 15 goles en 23 partidos y contra el Rayo dejó jugadas que hacía tiempo que no veíamos. Disparó una falta sin ángulo al palo y terminó el encuentro con dos regates en poco espacio dentro del área que terminó con un disparo al lateral de la red.
También cabe destacar que hay jugadores que poco a poco van sumando y atreviéndose. Griezmann, que marcó un doblete en la final de la Supercopa de España, este miércoles dio el pase decisivo al tanto del argentino. Otro que está aportando su granito de arena, y de que manera, es Frenkie de Jong: cuatro goles en lo que llevamos de 2021, todos ellos decisivos.
Messi y Griezmann celebrando el gol contra el Rayo Vallecano / FC Barcelona
Incluso cuando no está el argentino, Ousmane Dembelé ha dado un paso adelante, asumiendo el liderazgo del equipo. Aunque el francés no es Messi, es de aplaudir su atrevimiento y las ganas de hacer cosas diferentes a la de sus compañeros. Solo un poco de acierto y el rendimiento en ataque mejoraría enormemente.
Atención a la defensa
En ataque se ha mejorado, pero queda margen todavía. Lo mismo sucede en defensa. La dupla de Ronald Araujo y Clement Lenglet está siendo fiable, pero sigue habiendo errores que cuestan goles. Contra el Elche fue un malentendido en la salida de balón que sacó Ter Stegen y ante el Rayo un balón que se paseó por el área. Estas faltas de concentración se pagan muy caro.
Cada vez se conceden menos ocasiones, pero se sigue sufriendo en exceso. Una inocente falta de Òscar Mingueza en la banda generó una buena ocasión a los locales en el descuento, algo que ya hemos visto en anteriores ocasiones y con otros protagonistas. Poco a poco se va progresando en ese aspecto.