El FC Barcelona está en crisis. El descenso de ingresos por culpa de la pandemia del coronavirus ha golpeado con fuerza a club blaugrana. La deuda total de la entidad asciende ya a más 1.100 millones de euros. Y pese a la rebaja salarial acordada con los futbolistas, se necesitarán nuevas medidas para cuadrar los números.
La más rápida y directa será la venta de algunos futbolistas que tienen un papel poco determinante en el Barça de Koeman. No obstante, la falta de presidente complica todavía más esta tarea. Con pocos días de mercado de invierno por delante, la sensación es que todo el trabajo deberá hacerse en verano, con la presencia ya de una nueva junta directiva.
Samuel Umtiti, en un partido con el Barça | EFE
Son varios los jugadores que están en la rampa de salida. Neto, Junior Firpo, Matheus Fernandes... Asimismo, tampoco se descarta la marcha de un peso pesado para aliviar la tesorería. No obstante, por encima de todo el club blaugrana buscará desprenderse de un Umtiti que hace varios años que demuestra que no tiene nivel para liderar la zaga culé.
Se cierra en banda
Según ha podido saber Culemanía, la venta del central francés es prioritaria para el Barça. Su bajo rendimiento, junto a su contrato hasta 2023 y su sueldo de 14 millones de euros al año, lo convierten en transferible. No obstante, precisamente esta situación contractual hace que solo sea posible su venta si el ex del Lyon pone de su voluntad. Y de momento, no está por la labor.
Koeman está confiando en él no porque desee contar con el francés para el futuro, sino para intentar que se revalorice y que algún club europeo se fije en él. No obstante, de momento no está habiendo suerte. Precisamente su salario es uno de los grandes motivos por los que otros equipos ni siquieran intentan hacer una ofensiva por él.
Umtiti, en una acción ante el Granada | EFE
Su ex equipo, el Lyon, intentó conseguir su cesión el pasado verano, pero sus emolumentos lo convirtieron en imposible. En este sentido, Umtiti es consciente de que en ningún otro lugar podrá cobrar lo mismo que en Barcelona. Y pese a que no está jugando todo lo que le gustaría, ha decidido priorizar el dinero a tener minutos. Lo que deja al Barça sin margen de maniobra y con la única opción de confiar en la voluntad del jugador para intentar venderlo. Algo, de momento, improbable.