Ousmane Dembelé sigue en su línea en este 2021. El extremo empezó el año en un gran estado de forma, siendo indiscutible en los esquemas de Ronald Koeman. Se despidió de 2020 con un gol contra el Eibar (1-1) y, desde entonces, ha salido de inicios en seis de los siguientes siete encuentros. Ha conseguido la tan esperada regularidad.

El galo es el más desequilibrante del frente de ataque como demostró en los dos partidos del Athletic Club, en Cornellà o este domingo contra el Elche. Muestra un desparpajo a años luz del de Antoine Griezmann y Martin Braithwaite y, cuando no está Leo Messi, no tiene ningún pudor en asumir la responsabilidad de liderar el ataque.

Contra los valencianos se le vio desatado, pidiendo balones en la banda derecha e intentando ser decisivo. No tuvo demasiada suerte, pero prácticamente las mejores ocasiones de la primera parte salieron de sus pies. Buscó la profundidad, encaró, disparó y sacó los saques de esquina y faltas.

Dembelé en una acción del Barça contra el Elche / FC Barcelona

Dembelé en una acción del Barça contra el Elche / FC Barcelona

A pesar de la voluntad y atrevimiento, estuvo mucho más errático que en los últimos partidos. Pero no es de bajar los brazos. Levantó la cabeza y, ya fuera en la derecha o en la izquierda, buscó desequilibrar. Esta es la actitud que muchos le recriminaban en anteriores temporadas y es que Ousmane está dispuesto a seguir ocupando la titularidad.

Revolución

Dembelé no entiende de resultadismo ni de temporizar. Es un jugador hecho para revolucionar los partidos y no se reprime. Contra el Elche, en 74 minutos, intentó siete regates y consiguió cinco de satisfactorios. También perdió 21 balones, que fueron recuperados por sus compañeros de la medular y la defensa.

Ante el juego plano por el que apostó Koeman, el francés era el punto de improvisación para sorprender al rival. Ahora mismo es de los jugadores más en forma de la primera plantilla y el único capaz de cambiar el rumbo de un partido si Leo Messi no está en el césped. Ya lo demostró en Cornellà (0-2) con el primer gol del encuentro.

Ousmane Dembelé contra el Cornellá / EFE

Ousmane Dembelé contra el Cornellá / EFE

Descanso para la Copa

El cuerpo técnico decidió ahorrarle el último cuarto de hora a Ousmane. Este miércoles el Barça juega en el campo del Rayo Vallecano los octavos de final de la Copa del Rey, siendo el único grande que sigue vivo en esta competición. Se espera que el francés ocupe una de las bandas de ataque.