Las próximas semanas apuntan a ser claves para el Barça de Ronald Koeman. Los culés necesitan seguir sin pinchar en Liga para continuar soñando con el título, mientras que en pocos días llegará el choque más exigente y determinante del curso: los octavos de final de la Champions League contra el PSG.
Un encuentro en el que seguramente el técnico holandés podrá ya contar con algunos de sus lesionados de gravedad. El caso más evidente es el de Sergi Roberto. El de Reus sufrió una rotura en el recto femoral de la pierna derecha que le ha dejado más de dos meses lejos de los terrenos de juego. No obstante, esta cada vez más cerca de volver.
Sergi Roberto, en un entrenamiento | FCB
Este sábado, regresó a los entrenamientos con el grupo. Sin embargo, todavía el entrenador blaugrana no se atrevió a incluirle en la convocatoria para Elche, ya que le falta ritmo de juego y competición al haber estado tanto tiempo sin entrenarse con el resto de sus compañeros. Buenas noticias para un Koeman que no tardará en poder contar de nuevo con un futbolista cuyo rendimiento le convenció a principio de curso, y que es la mejor alternativa para reemplazar a Sergiño Dest en el lateral derecho.
Piqué y Ansu Fati, al caer
Por otra parte, y si no hay ningún contratiempo, el barcelonismo podría tener dos nuevas alegrías en los próximos días. Y es que Gerard Piqué trabaja para poder estar en la vuelta contra el PSG, prevista para el 10 de marzo. Según avanzó el programa Tot Costa de Catalunya Ràdio, el defensa azulgrana, tras el excelente trabajo de recuperación que viene haciendo en estos meses desde que cayó lesionado, podría estar en condiciones de jugar la vuelta de París. Según la misma información, las sensaciones del catalán "son buenísimas" y se ha marcado ese partido como fecha para reaparecer.
Gerard Piqué y Ansu Fati, celebrando un gol | EFE
Finalmente, también trabaja a contrarreloj para llegar a tiempo Ansu Fati. El delantero de Guinea-Bisáu fue operado una lesión en el menisco de la rodilla izquierda el pasado 9 de noviembre. El tiempo de baja es de cuatro meses, por lo que en principio debería volver en las primeras semanas de marzo. Justo a tiempo para la vuelta contra el PSG. En su caso, los médicos no arriesgarán. Ante cualquier mínimo contratiempo, no estará. Quieren curar a la perfección una lesión que podría perjudicarle durante el resto de su carrera. Seguramente, él querrá jugar. Y todo el barcelonismo empieza a ilusionarse con una eliminatoria que no pinta tan mal como se esperaba.