El FC Barcelona esta temporada tiene varias tareas pendientes que debe mejorar si quiere optar a algún título y no terminar en blanco. A parte de los errores defensivos y otros aspectos preocupantes, se tiene que mejorar el acierto desde el punto de penalti. Contra el Cornallà (0-2), se fallaron dos penas máximas que podían haber costado un susto.
En la primera parte asumió la responsabilidad Miralem Pjanic, que la envió a la derecha de Ramon Juan, arquero de los locales, que la atajó. Tras el descanso, fue el turno de Ousmane Dembelé. El galo la envió al centro y raso, cómodo para el portero. Por primera vez en la historia, un portero le paraba dos penaltis a los azulgranas en un mismo partido.
Ramon, portero del Cornellà, celebrando un penalti parado al Barça | EFE
El acierto este curso desde los once metros deja mucho que desear. Solamente se han marcado seis de los 11 penaltis chutados (54% de acierto). Si contamos los de la tanda de las semifinales de la Supercopa de España contra la Real Sociedad, nos vamos a los 10 tantos de 16 intentos (62%).
Leo Messi ha convertido cuatro de los cinco penaltis chutados, fallando el del Valencia, que terminó en gol de cabeza (2-2). Dembelé y Braithwaite marcaron uno y fallaron otro: el de Cornellà (0-2) y contra el Eibar (1-1). Griezmann lleva fallados dos, contra el Real Betis (5-2) y en la tanda contra la Real Sociedad. Este miércoles se le sumó Pjanic en la Copa del Rey.
Cinco jugadores han fallado penaltis en el transcurso de un partido. A ellos se les tiene que sumar Frenkie de Jong, que envió el balón a las manos de Remiro en las semifinales de la Supercopa de España. Como hemos dicho, el segundo que falló de esa tanda fue Antoine. Sí que marcaron Dembelé, Riqui Puig y Pjanic. Rondar el 60% de acierto, cuando lo normal es un 80%, con el Barça es incomprensible.
Koeman, enrabiado
Koeman no daba crédito con esta estadística. Se jugó con fuego desaprovechando dos oportunidades de lujo, algo que no entiende el entrenador holandés: "No se pueden fallar dos penaltis siendo el FC Barcelona. No es serio". Una de las posibles explicaciones fue la falta de público y de presión.
Koeman, en el choque ante el Cornellà | EFE
Luego el míster añadió que “yo tampoco lo entiendo porque tenemos suficientes jugadores que pueden marcar de penalti. Puede ser miedo, no sé, pero hemos fallado mucho últimamente. Nos habría venido muy bien para tranquilizar el partido”. Una tarea pendiente que este Barça debe mejorar.