360 minutos en una sola semana. Eso es lo que ha jugado el FC Barcelona de Ronald Koeman desde el jueves de la semana pasada hasta el jueves de esta. Entre el 14 y el 21 de enero, el primer equipo azulgrana ha encadenado tres partidos de rondas eliminatorias entre la Supercopa de España y la Copa del Rey.
Y en los tres partidos, los de Koeman han alargado cada uno de esos partidos media hora más disputando la prórroga en todos ellos respectivamente. Primero en la semifinal de la Supercopa contra la Real Sociedad (1-1*), luego en la final contra el Athletic Club (1-2) y ahora este jueves contra en Cornellà en dieciseisavos de la Copa del Rey (0-2).
Los jugadores del Barça celebrando el primer gol en Cornellà / FC Barcelona
El Barça, que no encadenaba dos prórrogas consecutivas desde hace 93 años, ha disputado tres seguidas por primera vez en su historia. Pero el balance ha sido positivo, a pesar de que se haya perdido el primer título de la temporada, con dos victorias y una derrota.
Mucho cansancio y presión
En tan sólo siete días, el Barcelona ha disputado tres encuentros de mucha presión y cansancio que han hecho mella en su plantilla. Sergiño Dest ha sido el último lesionado del conjunto azulgrana por molestias musculares. El norteamericano lo ha jugado casi todo con Koeman como titular y finalmente no ha podido más con un calendario tan apretado y exigente, por lo que ya no pudo estar ante el Cornellà y todo apunta que también se perderá el encuentro liguero del domingo ante el Elche.
Por otra parte, Leo Messi perdió los nervios ante las provocaciones de Asier Villalibre en la final de Supercopa contra el Athletic y ha sido sancionado con dos partidos de suspensión, sin que el Barça haya podido recurrirlos. Sin Dest ni Messi para esta semana, Koeman decidió también dar descanso a Jordi Alba y Frenkie De Jong contra el Cornellà este jueves.
Leo Messi en la final de la Supercopa de España expulsado con el Barça / EFE
Pensando ya en el partido de este domingo en Elche, el técnico del Barça jugó en el estadio del conjunto del Baix Llobregat con un equipo formado principalmente por jugadores menos habituales y del filial. Los únicos habituales que disputaron este partido fueron Antoine Griezmann y Clément Lenglet como titulares y Pedri González, Sergio Busquets y Ousmane Dembelé como recambios para la segunda parte y la prórroga del partido.