El Barça buscará olvidar la dura derrota en la final de la Supercopa consiguiendo un triunfo importante en Copa del Rey ante el Cornellà. Un rival del que no se fía Ronald Koeman, sobre todo por el peligro añadido de jugar en un estadio de dimensiones reducidas, con césped natural y tras disputar dos exigentes prórrogas hace menos de una semana.
"Sabemos que siempre hay sorpresas en la Copa. Son equipos que juegan en hierba artificial y no estamos acostumbrados a ea superficie... Será un partido complicado. Para ellos es el partido del año y para nosotros, el próximo partido. Hay que pasar la eliminatoria porque somos el Barça. Va a depender mucho de la mentalidad con la que salgamos", explicó el técnico holandés.
Los jugadores del Barça, en un entrenamiento | FCB
Un partido donde previsiblemente el entrenador blaugrana dará descanso a muchos de sus jugadores más habituales, incluido un sancionado Leo Messi y un lesionado Sergiño Dest. De hecho, Koeman ya contó con cinco futbolistas del filial en el entrenamiento previo al partido en Cornellà (Ilaix Moriba, Konrad de la Fuente, Iñaki Peña, Óscar Mingueza y Álex Collado), y podrían tener minutos. Así como también los menos habituales como Trincao, Pjanic o Riqui Puig.
Para todos ellos será un choque determinante para ganarse la confianza del holandés. Aunque si hay un jugador que afronta con ilusión y nervios el enfrentamiento, es sin duda Jordi Alba, que vuelve a la que fue su casa entre 2005 y 2007.
Una etapa difícil
Tras siete años en las categorías inferiores del Barça, Jordi Alba se vio obligado a hacer una pausa en el club blaugrana, y seguir creciendo lejos de La Masía. En un momento complicado, Cornellà lo acogió con los brazos abiertos. Una etapa importante para el de l'Hospitalet que le permitió convertirse en el jugador que es hoy. En la biografia de su web asegura: "Fueron dos años en los que adquirí mucha experiencia, conocí a gente maravillosa y donde aprendí muchísimo. Era como una gran familia y recuerdo esa etapa como una de las mejores".
De Cornellà dio un salto importante al fichar por el Valencia para jugar en el Juvenil A del conjunto ché. Allí estuvo seis temporadas, jugando como extremo, antes de regresar, ocho años después, a Barcelona para cumplir su sueño. Jordi Alba es un auténtico ídolo en Cornellá, e incluso en su estadio, la sala donde suelen presentar a los fichajes lleva el nombre de Jordi Alba.
El recuerdo es imborrable, no solo por su rendimiento sino porque también su fichaje por el club valenciano conllevó una compensación de casi un millón de euros para los verdes. Además de recibir la compensación por derechos de formación el Valencia tuvo que pagar entre 700.000 y 900.000 euros al Cornellá por una de las cláusulas que figuraban en el contrato de la venta de Jordi Alba. La cantidad que ingresó la entidad catalana suponía lo que, por aquel entonces, era el presupuesto para un año del Cornellá.
No obstante, hay que destacar que Alba no tiene asegurado su regreso a casa. Koeman podría dejarlo fuera de la convocatoria, ya que desde el clásico en el Camp Nou, donde regresó tras una lesión, ha jugado veinte partidos seguidos y solo ha descansado uno. Posiblemente, Firpo será el titular en el lateral izquierdo. Pero el holandés podría tener un detalle con él, e incluirle, ni que sea para estar en el Municipal y pasarse por la sala de lleva su nombre en su honor.