El FC Barcelona dejó escapar la final de la Supercopa de España contra el Athletic Club (2-3) por errores individuales de sus futbolistas. Los goles de De Marcos, Villalibre y Williams fueron consecuencia de la flaqueza mental del equipo tras el primer gol, al final de los 90 minutos y en los primeros minutos de la prórroga. Queda mucho trabajo por delante.
Los de Ronald Koeman dominaron el partido, pero tuvieron la posesión en una zona estéril, en defensa. El conjunto de Marcelino García Toral no tenía ninguna prisa en ir a la presión y el balón corría por los pies de los centrales y de Sergio Busquets. Aunque no se asumió gran riesgo, se perdió en muchas ocasiones el balón.
Clement Lenglet fue el retratado en defensa. Se cargó de amarilla en el minuto 11 por una inocente e innecesaria acción. Eso le condicionó y mucho. En la salida de balón parece que ha perdido confianza. Erró pases verticales y horizontales provocando contraataques que terminaron afortundamente en nada. Koeman lo sacó del césped en los minutos finales para dar entrada a Trincao.
Jordi Alba luchando un balón con Capa / RFEF
A su lado, Ronald Araujo volvió a eclipsarlo. Todo en lo que el galo flaqueaba, el uruguayo fue con pie firme. No se dejó superar para Iñaki Williams y lideró otra vez al equipo defensivamente. Lo único que se le puede reprochar fue dejar disparar al delantero en el tercer gol. Pocos se imaginaban que terminaría en la escuadra.
Faltas innecesarias
Tan importante es defender bien como no regalar ocasiones. A la hora de juego, Raúl García avisó marcando un buen tanto de cabeza de una falta lateral. El VAR lo anuló por fuera de juego. Un minuto después, como si nada hubiera ocurrido, se repitió exactamente la misma acción. Falta de perspicacia.
Precisamente, el gol de Villalibre en el minuto 90 llegó de otra falta. Muniaín la colgaba dentro del área e incomprensiblemente el delantero de Gernika remataba con el pie a dos metros de Ter Stegen. Jordi Alba rompía el fuera de juego y el ariete fusilaba forzando la prórroga. En acciones defensivas se sigue sufriendo demasiado.
Síntomas de cansancio
Aunque suelen salir retratadas las defensas en las derrotas, la mayoría de las pérdidas se dieron en la medular. Busquets se incrustó entre centrales y ni De Jong, Pedri ni Messi consiguieron construir las jugadas con frecuencia. Los vascos mordían mucho y Gil Manzano dio permisividad y dio lugar a muchas pérdidas.
Los jugadores del Athletic, celebrando un gol contra el Barça | EFE
El cansancio de la prórroga contra la Real Sociedad influyó mucho en el rendimiento contra el Athletic Club. Esto sumado a un rival muy defensivo y preparado por el contraataque castigaron al Barça. Lo tuvieron a tocar los de Ronald Koeman, pero sobraron unos minutos en el tramo final. La debilidad mental es otro aspecto para hacérselo mirar.