Final infeliz. El FC Barcelona dice adiós al único título que tenía opciones reales de ganar esta temporada, la Supercopa de España, y desparovecha una situación única para dar un golpe de efecto a un curso que está siendo un auténtico calvario.
El Barça dejó escapar el primer título de la temporada tras caer en la prórroga ante el Athletic Club (2-3). El cuadro blaugrana tiró por la borda su ventaja hasta en dos ocasiones, y dos zarpazos de los Leones destrozaron a los culés. Primero, con un gol en el último minuto del tiempo reglamentario. Y, después, con un golazo de Iñaki Williams en el inicio de la prórroga. Finalmente, el juego sucio de los vascos acabó sacando del partido a los de Koeman, e incluso a un Leo Messi que acabó expulsado por una agresión.
Máxima igualdad
Leo Messi fue la gran sorpresa del Barça de Koeman para enfrentarse al Athletic de Bilbao, en la final de la Supercopa de España. El argentino, entre algodones, volvió a evidenciar su compromiso al arriesgar para intentar conseguir el primer título del curso. No obstante, poco pudo aparecer el 10 en un primera mitad donde la igualdad y el respeto fue la nota predominante.
Los Leones sorprendieron al cuadro catalán al apostar por una defensa muy adelantada, y unas línea de presión que incomodaron constantemente el juego culé. Esta estrategia comportó que ambos equipos priorizasen el no cometer errores manifiestos, y desencadenó una primera mitad con poco peligro y ocasiones manifiestas.
Griezmann, celebrando un gol ante el Athletic | FCB
No obstante, esta dinámica cambió por completo en los últimos minutos de la primera parte. El Barça consiguió adelantarse en el marcador gracias a Antoine Griezmann, que aprovechó en un rechace en el área bilbaína tras una maravillosa jugada de Messi y Jordi Alba. Nada le duró la alegría a los blaugrana, ya que instantes después, De Marcos empató el choque después de un gran asistencia de Iñaki Williams. Máximo respeto en una primera parte trementamente igualada.
Jarro de agua fría
Tras el paso por los vestuarios, y con el empate en el electrónico, nada cambió en el inicio de la segunda mitad. Los dos equipos continuaron con su planteamiento conservador, incapaces de obtener ocasiones claras para liderar el electrónico.
Los minutos pasaban y la amenaza de la prórroga era cada vez más evidente. No obstante, apareció de nuevo Griezmann, que por fin fue protagonista en un partido importante, para dar ventaja de nuevo al FC Barcelona. El Principito aprovechó una gran asistencia de Jordi Alba y, actuando de killer, puso el segundo en el marcador. Chute de confianza para el francés, necesario tras su error en la tanda de penaltis contra la Real Sociedad.
Y con el segundo, esta vez sí reinó la anarquía en el Athletic y el enfrentamiento enloqueció. Evidentemente, los de Marcelino se lanzaron con todo a por el empate, con el tiempo en su contra. Mientras, los hombres de Koeman aguantaban la ventaja dominando el balón, defendiendo muy lejos de la portería de Ter Stegen e incluso buscando la sentencia al contraataque.
Los jugadores del Athletic, celebrando el gol in extremis contra el Barça | EFE
Sin embargo, cuando ya tocaban con la punta de los dedos el trofeo, llegó un auténtico jarro de agua fría. Llegando al tiempo de descuento, el Athletic aprovechó la debilidad del Barça en el juego aéreo para empatar en una jugada ensayada. Y el choque se fue irremediablemente a la prórroga.
Un zarpazo de Iñaki Williams destroza al Barça
El zarpazo de Los Leones en los últimos instantes dejó abatidos a los futbolistas culés. Y fue todavía más duro el golpe cuando, en el minuto tres de la prórroga, Iñaki Williams puso en ventaja al Athletic con un tremendo disparo de fuera del área, que se coló por la escuadra de Ter Stegen.
Iñaki Williams, celebrando su gol ante el Barça | EFE
El Barça no perdió la cara en ningún momento al partido tras el tercero del cuadro vasco. De hecho, esto provocó la reacción y el avasallamiento culé, que dominó por completo el balón en el tiempo extra y buscó con fe y fútbol el empate hasta el último instante. Griezmann tuvo la más clara pero esta vez no acertó. El partido se ensució con las pérdidas de tiempo y simulaciones del Athletic, y Messi acabó expulsado tras perder los nervios y agredir a Villalibre. Derrota muy dura del FC Barcelona, que dejó escapar su primer título de la temporada.