El FC Barcelona tendrá este domingo su primera final de la temporada. Los culés, en pleno proceso de reconstrucción y con carencias importantes en Liga, superaron en los penaltis a la Real Sociedad y ya esperan rival. La gran incógnita en estos momentos en Can Barça es si su capitán, Leo Messi, podrá liderar al equipo.
El argentino arrastra unas molestias en el bíceps femoral de la pierna izquierda, que le hicieron perderse el choque de semifinales contra el conjunto Txuri-urdin. Este jueves al mediodía, el futbolista culé se sometió a una ecografía en la Ciutat Esportiva que constató una leve lesión. No obstante, todavía no está descartado para jugar el domingo aunque este viernes no ha entrenado.
Leo Messi, dando instrucciones a sus compañeros antes de la prórroga contra la Real Sociedad | EFE
En el seno del club son a día de hoy bastante pesimistas, según informa el diario As, al tratarse de un músculo -los isquiotibiales- que tiene un alto índice de recaídas. Por tanto, el planteamiento de los servicios médicos es de no arriesgar con el 10. Sin embargo, la última palabra la tendrá un Messi que no quiere perderse ningún partido, y menos una final.
¿Su última final con el Barça?
La temporada de Leo está siendo una completa montaña rusa. Ha pasado de la desidia a la ilusión en pocos meses. No obstante, su futuro en Can Barça no está para nada claro. Tomará la decisión según cómo evolucione el equipo a lo largo de la temporada. Pero no es descartable, visto el proceso de reconstrucción en el que se encuentra la plantilla, que la del domingo sea la última final de Leo Messi con la camiseta del FC Barcelona.
La decisión final la tomará el futbolista, horas antes del choque. Falta por ver cómo evoluciona durante estos días. Pero si las sensaciones son buenas, no dudará en arriesgarse y ayudar al equipo a alcanzar un nuevo trofeo. Faltará por ver quién será el rival, pero si acaba clasificándose el Real Madrid, será otro motivo de peso de Messi para querer jugar. Si es el Athletic, posiblemente espere su oportunidad en el banquillo y entre en juego solo si es necesario.
Leo Messi en un partido del Barça / EFE
Asimismo, el secretismo del Barça durante toda la temporada con el estado de físico del capitán invita a pensar que las molestias siempre han estado ahí, y es el propio jugador el que decide cuando arriesgar. En todos los choques este curso que se ha quedado fuera, ha sido a última hora y siguiendo siempre al ley del silencio. Por tanto, si no se agrava estos problemas físicos, todo hace indicar que Leo tiene motivos de sobra para arriesgar el domingo.