El triunfo del FC Barcelona ante el Granada fue prácticamente redondo. Los culés sentenciaron el choque por la vía rápida, con un doblete de Leo Messi y otro de Griezmann. Dos futbolistas que necesitaban una noche grande para recuperar la confianza y volver a sonreír. Una victoria contundente que permitió además a Ronald Koeman dar descanso a sus piezas más determinante, de cara a la Supercopa de España.
En el minuto 65 sacó del campo al capitán y a De Jong, dos de los grandes líderes del vestuario. Asimismo, minutos después sacó a Pedri y Dembelé. Cuatro sustituciones sorprendentes, encabezadas sobre todo por la del argentino. Y es que los precedentes de entrenadores capaces de sustituir al argentino son muy exiguos. De hecho, hacía casi tres años que el 10 no salía del terreno de juego antes de tiempo, sin tener en cuenta problemas físicos.
Koeman dio descanso a piezas importantes contra el Granada | EFE
La última vez que el barcelonismo fue testigo de la imagen de Messi siendo sustituido fue el 11 de enero de 2018, en un choque ante el Celta de Copa del Rey. Ernesto Valverde le dio 30 minutos de descanso con la eliminatoria ya sentenciada y el marcador de 4-0. Algo más habitual la temporada 2016/17, con Luis Enrique en el banquillo. Lucho lo cambió hasta en tres ocasiones en Liga (Athletic, Sporting de Gijón y Osasuna). Eso sí, siempre con el resultado más que encarrilado.
Buena reacción
Asimismo, hay que destacar que la reacción de Leo Messi al cambio fue lógica: se marchó tranquilo y contento por el trabajo bien hecho y sus goles. Se saludó afablemente con Ronald Koeman, y se sentó en la grada del Nuevo Los Cármenes, a disfrutar de los últimos minutos de sus compañeros contra el Granada.
Según se pudieron ver en las imágenes ofrecidas por Movistar Plus, Koeman se dirigió a Leo minutos antes de solicitar su sustitución, con un gesto donde parecía que le pedía "permiso" para cambiarle. Messi entendió el contexto y la situación, y accedió sin problemas.
Leo Messi se saluda con Ronald Koeman | EFE
Poco a poco, empiezan a verse más acercamientos entre el entrenador holandés y su capitán. Y se empieza a ver a un Messi mucho más relajado y con mayor química con sus compañeros. Precisamente, estas buenas sensaciones del argentino han coincidido con los mejores partidos, tanto a nivel de juego como de resultados, del Barça. Y no es casualidad.