Leo Messi volvió a ser otro día más el más destacado del FC Barcelona. En Granada marcó dos goles de bella factura que sirvieron para que el equipo jugara toda la segunda parte con una tranquilidad a la que esta temporada no está habituado. Lleva cuatro tantos en dos partidos y ya es el Pichichi de la Liga.
Con el argentino ejerciendo de capitán, todo va mejor. Este sábado ocupó la mediapunta y lo volvimos a ver sonriente e implicado en el juego. Se entendió muy bien con sus compañeros de ataque --Dembelé, Greizmann, Pedri o De Jong-- y corrigió los errores que veía en la salida de balón.
La bronca a Dest
A la media hora de partido, antes de los dos goles del 10, los azulgranas sufrieron para construir la jugada desde atrás. Uno de los retratados en esta faceta fue Sergiño Dest que perdió un par de balones en el centro del campo, que generaron ocasiones por parte de los locales.
Messi, Griezmann y Dembelé en una acción ante el Granada / FC BARCELONA
En el segundo error en pocos minutos, el estadounidense le dio el balón a Messi en posiciones más centradas en una situación muy complicada que terminó con una pérdida. Resoplando, el capitán le comentó al joven lateral derecho qué tenía que hacer en la próxima ocasión para evitar este tipo de errores.
Bajón en el rendimiento
Sea por falta de confianza o por cansancio, los últimos partidos de Sergiño Dest no están terminando de ser como aquellos que deslumbraron a todo el mundo a principio de temporada. El ex del Ajax de Ámsterdam empezó el curso con mucha fuerza y confianza, pero poco a poco ha ido a menos.
En los últimos encuentros, con Ousmane Dembelé también en la derecha, está más tímido, menos profundo y no se atreve tanto en el regate. El partido en que más sorprendió fue contra el Huesca, donde estuvo solo en la banda y apenas participó en las ofensivas del Barça. Ha dado claramente un paso atrás.
Sergiño Dest ante el Huesca / FC BARCELONA
Este sábado contra el Granada defensivamente estuvo a un alto nivel, recuperando balones y aguantando los arranques de Darwin Machis. En ataque perdió seis balones y no apareció en profundidad en la primera parte, cuando más lo necesitaba el equipo. Está jugándolo todo y, pese a su juventud, ya es una pieza importante en los esquemas de Koeman.