Messi, Pedri y De Jong: los Reyes Magos del Barça iluminan San Mamés

Regalo de Reyes del FC Barcelona en el siempre complicado estadio de San Mamés (2-3). Los azulgranas salieron contra el Athletic de Bilbao con serias dudas, pero poco a poco fueron imponiendo su juego ofensivo y resolvieron los problemas de gol imponiéndose con firmeza. Partido de menos a más que sirve para recortar tres puntos al líder de la Liga.

El encuentro empezó como este equipo nos tiene habituados, dejando serias dudas. En el minuto 3 una pérdida en el extremo derecho terminaba con un pase vertical de Raúl García a Iñaki Williams. Este, después de cruzar medio campo, recortaba a un tímido Clement Lenglet y superaba a un Marc-André Ter Stegen que le cogía la acción a contrapié. Golpe de efecto de Marcelino García Toral, nuevo entrenador de los leones.

Los siguientes minutos no fueron mucho más esperanzadores. Cada pérdida de los chicos de Ronald Koeman en zona de tres cuartos terminaba con una acción por parte de los locales a la espalda de Sergi Busquets y Frenkie de Jong. El juego directo y el contraataque son los sellos de este nuevo Athletic Club.

Williams superando a Ter Stegen / EFE

Williams superando a Ter Stegen / EFE

Poco después, el Barça se enchufó al encuentro, se encontró cómodo con el balón y la presión tras pérdida empezaba a dar buenos resultados. El tridente Messi-Pedri-De Jong ya carburaba y Ousmane Dembelé confirmó las buenas sensaciones que lleva semanas transmitiendo. Lo intentó en un par de ocasiones y buscó los espacios como el que más.

El gol del empate llegó a los 13 minutos, con otra gran acción de Leo Messi. El argentino en la banda colgaba un balón al segundo palo con gran efecto para la entrada de Frenkie de Jong que, como en Huesca, se ha habituado a sorprender desde la segunda línea. El holandés la tocaba lo justo para habilitar a Pedri González, que remataba de cabeza a puerta vacía.

Con la igualada en el luminoso, el campo se decantó todavía más hacia la portería de Unai Simón. El verdadero detalle del día de Reyes fue una jugada entre Messi y Pedri. Con el portero bilbaíno totalmente vencido en el suelo, el canario le cedió el gol en bandeja de espuela al capitán para que este la empujara a placer hacia la red. Sigue la conexión de talento en la mediapunta.

Tras el descanso, el Barça salió algo adormecido. Williams y Raúl García rozaron el tanto antes de que el 10 respondiera con un gol a disparo cruzado, que el VAR anulaba por fuera de juego. A la hora de juego, el argentino disparaba desde la frontal del área al palo con un gran efecto. Dos avisos a lo que vendría.

Leo Messi celebrando el gol contra el Athletic Club / EFE

Leo Messi celebrando el gol contra el Athletic Club / EFE

El tanto de la supuesta tranquilidad llegaba segundos después. Una combinación entre Leo Messi y Antoine Griezmann terminaba con un golazo del capitán que fusilaba al primer palo. Celebración muy efusiva y abrazo entre los dos cracks que creían augurar por fin un final de partido plácido ante un rival complicado.

En el último suspiro, llegó el susto habitual. Un pase horizontal de Leo Messi era interceptado por el centro del campo del Athletic Club, que terminaba con el gol de Iker Muniaín. Una acción impropia del capitán que lamentaba mirando al cielo y a la que no nos tiene nada habituados.

Sigue la conexión Messi-Pedri

Si la conexión Messi-Pedri ya deslumbró contra el Valladolid firmando una auténtica exhibición y buscándose sin disimulo, siguió la tónica en San Mamés. El talento llama al talento y los mediapuntas se siguieron buscando una y otra vez. El gol es una auténtica demostración de esa buena sintonía.

Y no solo por el gol, sino por las sensaciones que transmiten. Al celebrar el tanto, el argentino buscó rápidamente al canario para agradecerle el gesto. Ya pueden ir pasando delanteros por los esquemas de Ronald Koeman, que lo que ofrece ahora mismo esta dupla, pocos la pueden igualar.

Dembelé, recuperado

Los recientes partidos de Ousmane Dembelé están dejando muy buenas sensaciones. A parte de Messi y Pedri, fue el que más lo intentó y quien lideró en momentos puntuales las ofensivas azulgranas. Disparó, regateó e incluso organizó a sus compañeros. Aunque partía desde la derecha, su actividad era tal que estaba en todas partes.

Dembelé en una acción contra el Athletic Club / EFE

Dembelé en una acción contra el Athletic Club / EFE

Solamente le faltó el gol, pero estuvo cerca en dos ocasiones. Con Ansu Fati lesionado y Francisco Trincao descartado, es el único extremo de la primera plantilla y Koeman lo aprovecha para abrir el campo y buscar la tan deseada profundidad. Si lo respetan las lesiones, ésta puede ser la temporada de su consolidación.