El proyecto de Ronald Koeman en el FC Barcelona sigue dejando grandes dudas. Más que en sistema de juego, oportunidades y otros aspectos; lo que ahora preocupa es la efectividad de cara a gol. Las ocasiones se suceden con cierta facilidad, pero cuesta enormemente transformar las jugadas.
En verano, salió Luis Suárez al Atlético de Madrid y no llegó ningún delantero centro para sustituirlo. El técnico holandés pidió a Memphis Depay, pero la situación económica del club no era la mejor para tal desembolso. No llegó nadie a última hora y el único especialista de la plantilla sigue siendo Martin Braithwaite.
¿Griezmann o Braithwaite?
El debate en el entorno azulgrana se centra ahora en cómo solucionar los problemas de gol. Las bajas y el buen rendimiento de algunos jugadores sitúan en el punto de mira la posición de delantero centro: ¿Griezmann o Braithwaite? Las otras posiciones en la mediapunta --con Messi, Pedri y Dembelé-- parece que no admiten discusión.
Braithwaite disparando a portería contra el Real Valladolid / FC Barcelona
En los últimos partidos se ha apostado por el danés, más habituado a ser referencia del equipo. Aunque no es un superclase, tiene cualidades destacables de nueve como llegada al primer palo, instinto rematador, fijador de centrales y mucha intensidad en la primera línea de presión. Las ganas que pone son irreprochables.
Ya sea en el extremo o como punta, parece que se ha ganado la confianza de Koeman. Sus movimientos son interesantes, pues ofrece soluciones en profundidad a sus compañeros y genera espacios para la subida de los jugadores de segunda línea. Así llegó el único tanto, obra de Frenkie de Jong, en Huesca. Cabe sumarle que apenas tiene competencia.
Por parte de Antoine Griezmann, la situación es diferente. No tiene las características de un nueve referencia: va bien al espacio y tiene la capacidad de sorprender de la segunda línea, pero dentro del área le cuesta ganar el cuerpo a cuerpo. Tampoco tiene potencia aérea y le es difícil leer los movimientos para generar espacios.
Griezmann jugando con el Barça contra el Huesca / FC Barcelona
Siempre que puede, el galo comenta públicamente que su ubicación ideal es en la mediapunta, normalmente propiedad del tándem Messi-Pedri. Cuando ha tenido la oportunidad, como contra el Eibar (1-1) tampoco ha rendido ni ha asumido el rol de líder. Ni siquiera pidió lanzar el penalti que Braithwaite falló, actitud impropia de un crack mundial.
Los números
Desde que Braithwaite marcó un doblete contra el Dinamo de Kiev en Champions, sus apariciones han ido in crescendo. Ya suma 17 partidos entre la Liga y la competición internacional y lleva cinco goles y dos asistencias. Marca un tanto cada 188 minutos, una cifra impropia de un delantero nivel Barça.
Griezmann, que lleva siendo suplente en dos de los últimos tres partidos, no tiene cifras mejores. Ha disputado muchos más minutos que el danés --1.334 frente 940--, en 20 partidos y ha marcado cinco goles y dos asistencias. Cifras exactamente iguales, pero necesita 267 minutos para marcar un tanto. Datos que no invitan al optimismo y que dan la razón a Koeman de buscar un delantero centro en el mercado.