Leo Messi fue una de las grandes novedades del FC Barcelona en el encuentro contra el Huesca. El delantero argentino, que se perdió el duelo ante el Eibar por molestias en el tobillo, volvió a vestirse de corto en el Alcoraz. El equipo azulgrana, como no podía ser de otra forma, notó y agradeció su regreso.
Aunque no estuvo especialmente brillante, o al menos no para el nivel que suele ofrecer, completó un encuentro notable. Por sus pies pasaron todas las jugadas de ataque del Barça y dirigió con acierto el juego culé. Suya fue la asistencia en el gol de De Jong, el único del partido. El 10 ha encontrado en el neerlandés, Pedri y Dembelé sus mejores socios. Los tres le surten de balones y le suelen dejar en buena posición.
A las mil maravillas
La mejor conexión es, sin duda alguna, la que tiene con el centrocampista canario. Entienden el fútbol de la misma forma. Si pueden jugar al primer toque, lo hacen. Se buscan constantemente y en muchas acciones podría parecer que han jugado juntos toda la vida. Y solo llevan cuatro meses compartiendo entrenamientos.
Leo Messi, celebrando con Pedri su gol ante el Valladolid | EFE
Pedri es una de las pocas noticias positivas del FC Barcelona en lo que va de temporada. No le ha hecho falta tiempo de adaptación y se ha consagrado como un fijo en las alineaciones de Koeman con solo 18 años. Tiene una visión de juego innata y sabe en todo momento donde están sus compañeros. No le hace falta verlo.
El desborde
Messi también agradece la presencia de Dembelé en el once. Por un lado, es un futbolista diferente al resto del equipo, con desborde, regate y mucho talento técnico. Puede jugar al espacio o también recibir con un defensa pegado y tratar de superarlo. Eso pone las cosas más fáciles a Leo, pues no toda la defensa está pendiente de él.
Dembelé contra el Huesca / EFE
Además, el extremo francés empieza a tener la precisión en los pases que se echaba en falta en sus primeras temporadas. Se empieza a entender con el delantero argentino y sabe exactamente cómo ponerle el balón. Sus movimientos a la espalda del lateral rival dan una opción más de pase al astro rosarino.
Crecimiento
Frenkie de Jong es otro futbolista que está creciendo esta temporada. Cada vez se compenetra mejor con Leo Messi. Sus desmarques de ruptura desde atrás de la defensa empiezan a ser un arma muy peligrosa del FC Barcelona. Surte de balones al 10 y sabe dónde ir si Leo tiene el esférico, como se vio en el gol de Huesca.
Pedri, Dembelé y De Jong se están convirtiendo en los mejores socios de Messi. Se entienden bien con el delantero argentino y le dan el esférico tal y como lo querría Leo. Estas sociedades pueden ser de gran provecho para el Barça.