Cambio de año, misma dinámica. El FC Barcelona ganó en su visita a la fría Huesca (0-1) en otro partido que generó atisbos de ilusión, pero que dejó un denso poso de decepción. Una primera parte fluida, con numerosas ocasiones y falta de acierto fue suficiente para arrancar tres puntos que peligraron en un segundo tiempo tosco, digno de equipo pequeño.
En el planteamiento inicial Koeman optaba por recular, como casi siempre que uno de sus inventos le sale mal, y retomaba un camino más conservador con el clásico 4-3-3. La principal novedad era la presencia de Dembelé por banda izquierda, mientras que Griezmann, castigado tras su nefasto partido contra el Eibar, regresaba al banquillo. Messi, ya recuperado de sus sospechosas dolencias musculares, apartaba al delantero francés de la titularidad.
Tras el desastre contra los armeros con el 3-4-2-1 y el desencanto creciente con su apuesta inicial por el 4-2-3-1, Koeman optó por dar galones más ofensivos a De Jong, alejándolo de lo que siempre ha defendido como su posición natural para que compartiese la batuta de la creación de juego con el ingenioso Pedri. Ambos centrocampistas conectaron y se asociaron con Messi para crear peligro a un Huesca noqueado en el primer tiempo.
Fugaces picotazos de ilusión
Los aragoneses cedieron el balón y la iniciativa a un Barça que sacó orgullo para comenzar el año. Un dominio dictatorial que desembocó en una decena de ocasiones de gol. Picotazos peligrosos que, como viene siendo habitual en los últimos tiempos, no terminaban en gol. Pedri en dos ocasiones, Dembelé, Messi y Jordi Alba amenazaron al Huesca antes del tanto de Frenkie de Jong (’27). El holandés anotó entrando con velocidad desde segunda línea tras ganar la espalda al rival y asistido por el astro argentino, muy participativo.
Las buenas sensaciones se traducían en pinchazos mortíferos desde la banda izquierda, donde Dembelé y Alba hacían diabluras con Pedri y un Messi que abandonó su lado derecho para unirse a los jugones del día. Dest se quedó solo en la diestra y no logró superar a Galán, el certero lateral zurdo de un Huesca que volcó sus esfuerzos en defender el flanco izquierdo blaugrana viendo que la banda derecha de los blaugranas caía en el olvido.
Tres puntos y gracias
La segunda mitad fue mucho peor. Con ligeros atisbos de peligro en los primeros 15 minutos y media hora soporífera donde se destapó un Barça sin ideas, sin capacidad de proponer cambios de signo a medida que avanza el partido, y que terminó pidiendo la hora contra el colista. El Huesca, incapaz de proponer nada en 70 minutos, puso en apuros a un Barça indolente donde ni el desequilibrio de Dembelé ni la persistencia de Messi sirvieron para cerrar el partido. Tampoco aportó nada Griezmann en los últimos 10 minutos. La mejor noticia, que el Barça se lleva los tres puntos y arranca el 2021 con victoria. Menos es nada.