Ousmane Dembelé la volvió a liar. El francés está intentando cambiar sus malos hábitos que le condenaron en sus primeros años en Barcelona, pero hay uno que le sigue costando, y mucho: la puntualidad. El Mosquito, reincidente en este tema, llegó tarde al entrenamiento de este martes, previo al choque contra el Eibar.
El extremo galo se ausentó durante más de 20 minutos de una sesión importante para preparar el choque contra el conjunto armero, tal y como pudieron grabar las cámaras de Deportes Cuatro. Todo, en una semana donde volvió a ilusionar al barcelonismo, al regresar a una convocatoria después de más de tres semanas de baja, al sufrir una elongación en los isquiotibiales del muslo derecho.
Dembelé está de vuelta, y veremos si esta vez las lesiones le respetan de una vez por todas. En el club ya le dieron un toque de atención, ya que consideran que podría no haber aprendido de sus errores. Contra el Cádiz, notó un pinchazo pero dedició continuar. Y eso comportó un problema físico todavía más grave. Ahora, esta falta de puntualidad seguramente también le habrá provocado una reprimenda de Koeman y sus ayudantes.
Suplente contra el Eibar
Pocas horas después de esta impuntualidad, el técnico holandés ofreció su alineación para enfrentarse al Eibar, con Dembelé en la lista de suplentes. El francés, tras salir de una lesión y viendo su historial, era lógico que empezase el choque en el banco.
Además, tampoco ayuda el hecho de que Koeman apueste por tres centrales y dos carrileros, para un perfil de extremo puro y con desborde como el ex del Dortmund. No obstante, seguramente que el llegar al entrenamiento tarde también habrá tenido un peso relevante en la decisión del entrenador blaugrana de no apostar por el galo de inicio.
Ousmane Dembelé en el banquillo del Barça / EFE
Hay que recordar además que Dembelé se encuentra en un año determinante para su futuro. Su contrato acaba en 2022. Por lo que durante esta temporada, el Barça deberá decidir si ofrecerle una renovación, o buscarle un traspaso en verano de 2021, para que no se marche libre. El atacante galo está motivado y ha protagonizado un inicio de curso ilusionante. Sin embargo, estas falta de atención y sus tres años de más sombras que luces, hacen que las dudas no acaben de desvanecerse.