El futuro de Riqui Puig es una completa incógnita. El canterano cerró la puerta a una cesión el pasado mercado de verano, ya que confiaba en sus posibilidades de triunfar a las órdenes de Ronald Koeman. Finalmente, y gracias a las diferentes ventas del club azulgrana, consiguió dorsal y ficha del primer equipo. Sin embargo, no lo está materializando en oportunidades.
En lo que llevamos de temporada, solo ha disputado cuatro partidos, y ninguno como titular (77 minutos). En los demás choques, casi siempre ha ido convocado, pero ha visto los enfrentamientos desde el banquillo. Su físico o edad ya no son excusa, y más teniendo en cuenta que a Koeman no le ha temblado el pulso a la hora de dar oportunidades, incluso como titulares, a jugadores como Ansu Fati o Pedri.
Riqui Puig no está teniendo oportunidades con Koeman | EFE
El contrato del canterano acaba en 2021. A partir de enero, podrá negociar libremente su futuro. Eso sí, el FC Barcelona dispone de una opción unilateral para extender su vinculación hasta 2023, que puede aplicar cuando lo considere oportuno. Una extensión que podría aplicar el club blaugrana en los próximos días, para no dejarle escapar gratis.
Una cesión, su única salida
El técnico holandés sigue tratando de convencer al canterano de aceptar una cesión, para crecer y tener minutos en un equipo donde la contienda por conseguir la titularidad no sea tan exigente. Son varias las propuestas que ha recibido el Barça para que su centrocampista se marche en préstamo, al menos durante este final de curso.
De hecho, según apuntaron diferentes medios sevillanos, el Real Betis es uno de los conjuntos que más interés han mostrado en su cesión. Un clima a priori ideal para él, en un equipo que intenta practicar un estilo de juego parecido a los blaugranas, e intentando dominar la posesión del balón. Tras la baja de Canales, se han fijado en el de Matadepera para sustituirle.
Riqui Puig, en un calentamiento con el Barça | EFE
La renovación de Riqui Puig llevaría consigo una cesión obligada del centrocampista a la espera de que le llegue la oportunidad de jugar en el primer equipo del Barcelona. De momento, Riqui Puig, pese a su papel testimonial con Koeman, sigue insistiendo en quedarse. No obstante, con 21 años, no puede seguir desperdiciando su notable progresión desde el banquillo. Aceptar una cesión parece su única alternativa si quiere tener alguna oportunidad de triunfar, en un futuro, en el Camp Nou.