El debate siempre está ligado a la actualidad del FC Barcelona: jugadores, entrenadores, sistema… Esta temporada Ronald Koeman ha revolucionado el gallinero. Nada más llegar se deshizo de algunos pesos pesados del vestuario y apostó por un sistema que no termina de dar resultado: el 4-2-3-1.
El holandés, aunque ha puesto en práctica en algún momento puntual el típico 4-3-3, sigue siendo fiel a su apuesta inicial. Considera que con doble pivote y con cuatro piezas ofensivas el equipo da un plus más en ataque. Se crean muchas ocasiones, pero hay encuentros en que se ha pagado esa falta de acierto en los últimos metros.
Mucha competencia
La realidad es que el sistema con mediapunta ha provocado en el Camp Nou una guerra feroz que se vería aumentada en el caso que no se hubieran lesionado alguno de los extremos como Ansu Fati u Ousmane Dembelé. Hay varios futbolistas que encajarían como enganche con el delantero: Leo Messi, Pedri, Philippe Coutinho, Antoine Griezmann o Riqui Puig.
Messi, Pedri y Dembelé, celebrando con sus compañeros un gol ante la Juventus | EFE
Las necesidades han provocado que se tenga que reorganizar a esos jugadores en posiciones de banda, aunque siguen manteniendo la tendencia de ir hacia dentro. El ex del Atlético de Madrid es un habitual en la banda derecha mientras el canario y al brasileño los hemos visto a menudo en la izquierda.
En caso de que se apostara por los interiores, con el mítico 4-3-3, la competencia se trasladaría en los extremos y en los propios interiores. Jugadores como Messi o Griezmann ocuparían un rol de delantero, como ya han demostrado a lo largo de su carrera, y lucharían con Ansu, Dembelé, Trincao y Braithwaite. En los interiores se viviría un auténtico overbooking.
Pedri, Coutinho y Riqui Puig pasarían a competir en la medular, donde siguen como indiscutibles Sergio Busquets y Frenkie de Jong. A esta lucha se les tendría que sumar las actuales alternativas al doble pivote como son Carles Aleñá y Miralem Pjanic. Tampoco nos podemos olvidar de Sergio Roberto, que volverá en las próximas semanas.
Frenkie de Jong con Sergio Busquets en un entrenamiento / FC Barcelona
¿Cuál favorece más?
En partidos de ida y vuelta, el Barça ha castigado en más de una ocasión el sistema con el doble pivote. Ni De Jong ni Busquets --quienes más han jugado-- han conseguido ligar la defensa con el ataque y el equipo se ha roto más de lo previsto. Ejemplo de ello fue el segundo gol del Valencia, obra de Maxi Gómez, en el Camp Nou.
Parece que con el 4-3-3 se pierde un poco de punch ofensivo, pero se gana control. Es una manera de organizar el ataque más pausadamente y de cubrirte las espaldas en defensa. En partidos donde el control no esté 100% asegurado, parece ser la mejor opción. Como siempre, todo dependerá de la efectividad.