El impacto económico de la pandemia provocó que en el mercado veraniego saliera del FC Barcelona Luis Suárez y que no pudiera llegar el ariete que tanto pedía Ronald Koeman. Ni Memphis Depay, ni Lautaro Martínez… El equipo se quedaba sin un delantero centro puro y solo con Martin Braithwaite como referencia ofensiva.
Aunque el danés está cogiendo mucho protagonismo en los últimos partidos, el rol de rematador lo están asumiendo otros jugadores de la plantilla. Los centrales han dado un paso adelante y son la amenaza principal en posiciones de remate a centros laterales y a ocasiones de balón parado.
Contra el Valladolid (0-3) abrió la lata Clement Lenglet, que no había empezado la temporada con buenas sensaciones. El ex del Sevilla cabeceó de una manera letal un centro perfecto de Leo Messi desde el vértice del área. Gol clave para desatascar el partido y emotiva dedicatoria a Moussa Wagué, lesionado de gravedad en la rodilla.
Lenglet, celebrando su gol ante el Valladolid | EFE
El francés tiene un gran potencial aéreo. A menudo tiene que sacar su repertorio en tareas defensivas, pero ya sabe lo que es marcar con los culés. El curso pasado firmó cuatro goles, igualando el récord que registró el último año en el Sánchez Pizjuán: dos en Liga, uno en Champions League y otro en Copa del Rey.
El filial pide paso
El gol de Lenglet se suma así al tanto decisivo de Ronald Araújo contra el Valencia. Cuando el partido estaba empatado a un gol, el central uruguayo remató acrobáticamente de tijera un balón rebotado. Movimiento de delantero centro que ponía el segundo en el marcador.
Tanto en defensa como en ataque, el ex del filial sigue demostrando su gran potencial aéreo. Pese no ser de los más altos de la plantilla, con metro y 85 centímetros, sin Gerard Piqué es la principal amenaza a balón parado. Poco a poco, el charrúa se está ganando a pulso ser clave en el eje de la defensa.
Ronald Araújo luchando un balón contra el Real Valladolid / EFE
Tampoco va nada mal por arriba Óscar Mingueza, que ya ha rozado el tanto con el primer equipo del Barça. Aunque es menos potente que su compañero del B es muy resolutivo. Su concentración y su buen posicionamiento para cubrir jugadas en contra le hacen ser decisivo también en las jugadas a balón parado.